19 C
Honduras
martes, abril 23, 2024

El que nada debe…

Desde ya hace bastantes lunas se está discutiendo acerca de la llegada de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), cuya idea es magnífica y tanto así que sirvió de promesa de campaña electoral. De tener un Gobierno más ágil y visionario, en las primeras semanas se debió hacer una ágil gestión para esta empresa y en estos momentos, si bien talvez no habría algún resultado, de esos que tanto desean los hondureños, por lo menos ya estaría instalada y con muchas diligencias ya resueltas.

Vemos con optimismo la propuesta hecha por la congresista Hortensia Zelaya (hija de la presidente) donde sugiere que se debe otorgar a la CICIH la capacidad operativa, no como paralela de los organismos judiciales hondureños, pero sí para potenciarlos con personas que habrán de ser imparciales, ya que, de otra manera, quedaría supeditada a intereses de siempre y sería como que un soldado vaya a una guerra, pero sin municiones. Donde sí se queda corto el discurso es cuando señalan que se va a investigar solo los últimos doce años de gobiernos (y allí puede estar la trampa) cuando realmente, siendo bastante ilusos, lo reconocemos, la CICIH debería investigar lo ocurrido en los últimos cien años. Pero ya cayendo en lo real, debería investigarse desde 1970 en adelante ya que hay muchos protagonistas de actos de corrupción que siguen vivitos, coleando y dándose la vida de grandes señorones.

Si se va a hacer algo, que no sea solo un maquillaje, cosa superficial, para después llenarse la boca con discursos demagógicos para que todos digan que sí se hizo. Y cuando uno hace algo debe hacerlo bien y los resultados se darán tan bien y serán tantos que habrá que construir otra cárcel o habilitar más sedes de batallones para “guardar” a tanto felón. Otra de las cuestiones que deberían extender es la capacidad del Poder Judicial para incautar los bienes mal habidos ya que con solo eso y la recapitalización de esos recursos estamos más que seguros que serviría, no solo para pagar un alto porcentaje (si no es que la totalidad) de la deuda externa, ya que también serviría para mejorar carreteras y hasta quedarían suficientes reservas, ya que esos recursos no les pertenecen a los pícaros, esos dineros y bienes pertenecen al pueblo hondureño que debe soportar escasez de medicinas y de inseguridad, entre tantas cosas.

Mucho se ha criticado a aquellos saqueadores que venían del Viejo Mundo a llevarse el oro y la plata de nuestro territorio latinoamericano, pero que jamás devolvieron, y eso no debe servir de patrón de conducta para los entes judiciales hondureños. Si la CICIH viene, que se le dé la capacidad de investigar en todo el espacio y en todo el tiempo que sea necesario, que se denuncie públicamente con nombres, pelos y señales, que devuelvan lo robado o lo obtenido “bajo bajo”, para que los hondureños sepamos cómo nos han tenido y que la limpieza, pero con justicia, prevalezca para tener paz.

Si viene la CICIH, desde ya le damos la bienvenida, pero que no le condicionen sus alcances a solo los últimos 12 años de investigaciones, eso es una trampa y si caen, después no vayan a decir que no se les advirtió.

EditorialEl que nada debe…

Hoy en Deportes