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viernes, julio 18, 2025

Educación ambiental parte de la solución

Mientras caminaba por los pasillos de la Universidad Tecnológica Centroamericana observaba a los estudiantes entusiasmados presentando sus proyectos para la recolección de botellas de plásticos. Conversando con los jóvenes y los docentes, podía sentir su entusiasmo con las propuestas que presentaron.

Me preguntaba ¿en qué momento se deja de buscar soluciones y se convierte una persona en parte del problema? El sistema educativo puede contribuir para minimizar los riesgos asociados al impacto ambiental. Desde la educación preescolar hasta la terciaria, se puede inculcar en las personas la importancia de cuidar nuestra flora y fauna.

En las generaciones anteriores había una conexión más fuerte con la naturaleza, el desarrollo de las urbes ha cambiado patrones culturales ancestrales. Las casas de habitación cada vez tienen patios más pequeños que ya no se usan para sembrar plantas, sino para aparcar vehículos y la última moda es colocar césped artificial en vez del natural.

Crecer en una ciudad, ya sea en un pais desarrollado o en desarrollo, orilla a los pobladores a ser más proclives a evitar el contacto con la naturaleza. En nuestro contexto las ciudades crecen de manera desordenada, las áreas verdes cada vez son menos.

Escuchar el trinar de las aves en la madrugada, más bien parece un grito de ayuda, cada vez hay menos árboles donde los pajarillos puedan hacer su nido. La calidad del aire también se ve impactado.

Este año contrario al anterior, en estos meses de mayo y junio, la calidad del aire mejoró, quizás hubo menos quemas en las cañeras, quizás los vientos del Sahara no afectaron como en el 2024. No hay un informe oficial que nos indique lo que pasó y está pasando. La calidad de vida en el area urbana, puede mejorarse si participamos activamente con buenas prácticas ambientales.

En cada residencial, barrio o colonia, pueden desarrollarse programas comunitarios, para mejorar el manejo de los desechos sólidos. Para nadie es un secreto que en San Pedro Sula no se cuenta con un plan integral para el manejo de las más de 850 toneladas diarias de desechos domiciliario, que incluyen residuos orgánicos y material que se podría reciclar, pero no se hace.

El papel, el cartón y plástico, aunque bien hacemos en clasificarlo, al llegar el camión recolector terminará en rellenos sanitarios o botaderos, al menos que las empresas dedicadas a la fabricación de plástico lo recolecten y los vuelvan a utilizar en sus procesos productivos.

De hecho, esta buena práctica la están haciendo algunas empresas socialmente responsables, lo que permite impulsar la economía circular. Los residuos sólidos urbanos cuando no se tratan, como en el caso de la ciudad de San Pedro Sula, terminan dañando el medio ambiente y la salud de las personas.

Para evitar que los residuos terminen en los rellenos sanitarios se ocupa la creación de centros de acopio y normativas que fomenten el reciclaje.

El sistema educativo tiene un gran impacto en la mente de los estudiantes, es un gran paso para alcanzar los cambios que deseamos ver, sin embargo, para lograr un impacto sostenible se deben trabajar políticas publicas claras, brindar la infraestructura adecuada e involucrar a las empresas socialmente responsables y las autoridades municipales para plantear una estrategia que reduzca el impacto negativo de los desechos sólidos.

Solo trabajando de manera conjunta se pueden lograr los cambios que deseamos ver.

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