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Honduras
domingo, mayo 5, 2024

Doscientos dos años…

Doscientos dos años, desde la mañana aquella en que los grandes señores de aquel tiempo, reunidos en una gran sala en la Antigua Guatemala, proclamaron la independencia de lo que entonces se llamaban provincias.

En el patio, la población celebraba con cantos y fuegos artificiales adelantándose al acontecimiento histórico, la marimba amenizaba el evento y doña Dolores Bedoya de Molina, unida a un grupo de mujeres y jóvenes, gritaban ¡viva la independencia, viva la independencia!, los tribunos, reunidos en el gran salón, se sentían presionados por los gritos de la multitud,  por fin tomaron la decisión y le pidieron al más ilustrado de la audiencia, nuestro José Cecilio del Valle que, entre el bullicio general, redactó el documento que conocemos como nuestra Acta de Independencia. De inmediato, se dispuso enviar mensajeros con la grata nueva a los países hermanos, quienes a caballo se dispusieron a entregar la buena nueva habiendo llegado a nuestro país el 28 de septiembre del mismo año, siendo recibida con gran algarabía y emoción patriótica por toda la población.

Pero a los pocos días se cumplieron las palabras de Valle que había afirmado que todavía no estábamos preparados, y así fue, debilitándose de tal manera lo actuado que Gabino Gaínza no fue capaz de sostener las repúblicas liberadas del reino español, de allí que convinieron en que era urgente buscar más fuerza en el gobierno de Iturbide en México, y otra vez, fue José Cecilio del Valle el enviado para negociar la anexión a México. Valle llegó a México después de un largo y penoso viaje, unos nobles mejicanos que lo vieron llegar, comentaron “vean a quién mandan bien entre maletas”, Valle, al escucharlos, les dijo: “Tienen razón, entre maletas vine y entre maletas estoy”.

Poco tiempo después, hasta llegar a ocupar grandes puestos en el gobierno de Iturbide, que ya estaba débil, y consiguió negociar la total independencia de nuestras naciones en el año de 1823. Ese fue nuestro gran José Cecilio del Valle.

Muchos problemas tuvieron nuestros países para pasar a otra época, después llega Morazán y el día en que él dijera: “Ni las perlas del Golfo de Nicoya, ni el oro del Guayape volverán a adornar la corona de Márquez de Aycinena”.

Han pasado doscientos dos años…  ¿qué nueva independencia nos espera ahora? Hondureños, luchemos por nuestra paz, por nuestra independencia y nuestra democracia, sobre todo.

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