Las rutas de transporte de servicio público, Kennedy-Río Grande-Centro y Cerro Grande-Kennedy de Tegucigalpa decidieron paralizar sus unidades ante el cobro de extorsión.
Los operadores de esta ruta señalan que recibieron amenazas de las bandas criminales “Los Chirizos” y “Los Iluminati”.
Estas bandas criminales les exigen el pago de 40 mil lempiras este día, antes de las 11 de la mañana, de lo contrario, no podrán circular.
La extorsión al sector transporte en Honduras es un problema grave que ha estado presente en el país durante muchos años.
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Ésta, se lleva a cabo por parte de bandas criminales que exigen pagos regulares a los conductores de autobuses, taxis y otros vehículos comerciales, a cambio de permitirles operar en ciertas áreas o rutas sin ser atacados o robados.
Las bandas criminales a menudo utilizan la violencia y la intimidación para obligar a los conductores a pagar.
Los conductores que se niegan a pagar corren el riesgo de que los ataquen. Pueden robar o quemar sus vehículos, y ellos mismos podrían terminar secuestrados o asesinados.
Tanto en San Pedro Sula como en Tegucigalpa, las diferentes empresas dedicadas al servicio de transporte público, han paralizado sus unidades debido a la extorsión.
El dirigente del transporte, Jorge Lanza, señaló que el rubro sigue pagando extorsión a las estructuras criminales, y pide a las autoridades que pongan mano dura para detener el flagelo.