Redacción. Una tragedia golpea al municipio de Bello y a Medellín, en el departamento de Antioquia, tras un deslizamiento de tierra ocurrido en la madrugada del martes 25 de junio.
Hasta el momento, se reportan al menos 11 personas fallecidas y 15 desaparecidas en la vereda Granizal, zona montañosa que conecta ambos municipios.
La emergencia se originó en la quebrada La Seca, según confirmó Carlos Quintero, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD) de Medellín.
El torrente de lodo arrasó viviendas y vías en ocho barrios, dejando 80 personas damnificadas de 23 familias solo en la capital antioqueña.
En Bello, la alcaldesa Lorena González Ospina habilitó cinco albergues temporales y ordenó la evacuación de los sectores Manantiales y Altos de Oriente 1 y 2 ante el riesgo de nuevos colapsos. Las zonas siguen siendo inestables debido a las lluvias continuas.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, alertó que el riesgo persiste, ya que se produjo un segundo deslizamiento el mismo martes.
Equipos de rescate, maquinaria amarilla y brigadas de ayuda humanitaria fueron desplegados en la zona, mientras la Defensa Civil de Bello actúa como centro de acopio para recibir donaciones.
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La temporada de lluvias, iniciada en abril, ya ha provocado inundaciones y derrumbes en Antioquia. En abril, una avalancha cobró la vida de otra persona en Medellín.
Las autoridades advierten que las precipitaciones continuarán en las regiones Andina, Caribe y Orinoquía al menos hasta finales de junio.