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viernes, mayo 17, 2024

Culpables y víctimas, ante el cambio climático

Para comprender cómo el cambio climático afecta nuestras vidas ordinarias, es preciso que comprendamos de manera práctica y sencilla qué lo provoca, reflexionar si es posible evitarlo, mitigarlo o adaptarnos a estos nuevos escenarios. El ser humano ante el cambio climático podría considerarse culpable y víctima debido a su propia ignorancia, arrogancia y ambición.

Veamos, ¿por qué somos culpables? Primero, a nivel individual. La falta de conciencia y el desinterés por conocer lo que afecta nuestra comunidad inmediata. Hagamos un pequeño ejercicio, revise los recipientes de basura de su casa, haga una lista de los que podría haber clasificado para reciclar o reutilizar. En un hogar lo que más se utiliza es el plástico, el vidrio y el papel. Uno paga prácticamente más por el empaque de los productos que por el contenido.

Somos culpables, en segundo lugar, por no demandar acciones por parte del gobierno local y nacional. Si usted vive en San Pedro Sula y es de las personas que clasifica desde su casa los residuos y espera el tren de aseo para que se los lleve, siento decirle que su trabajo fue en vano, la ciudad está atrasada en el manejo de residuos, ellos lo colocan todo en un solo camión y revuelven todo y cuando llega al vertedero, no hay una planta de tratamiento. Visitar ese lugar totalmente contaminado y con personas dedicadas a ganarse la vida sin la mínima protección, es como ver una escena apocalíptica.

No queremos salirnos de nuestra área de confort, estamos cómodos con un patrón de consumo autodestructivo. La pasividad y la falta de interés ante las consecuencias toman un lugar cada vez más importante. Nuestra mentalidad es cada vez más urbana, desechando las buenas prácticas rurales que nos mantienen más conectados con la naturaleza, de la cual el ser humano forma parte. Muchas personas evaden la realidad de manera tradicional, mediante el uso de las drogas, el alcohol y otras sustancias. Por otra parte, el mal uso de la tecnología y el Internet para distraerse por horas y perder todo contacto con lo que afecta el entorno.

Cuando de manera disruptiva aparece una niña, ahora joven activista del medioambiente de origen sueco, Greta Thunberg, Persona del año, Time, una verdadera “influencer” de su generación, molesta a muchos políticos y empresarios de la esfera mundial, aliados con algunos medios de comunicación internacional que buscan más bien desprestigiar a la mensajera, al acusarla de extremista y hasta la ridiculizan. Pero si nos ponemos a pensar en las consecuencias del cambio climático, estas son extremas.  Quizás es mejor tener a la gente sumergida en su propia ignorancia, pero eso no quita que vivamos las consecuencias, todos los que habitamos este planeta y las futuras generaciones. La mayoría tienen hijos, nietos, bisnietos que vivirán en un mundo más caótico que el actual, si continuamos haciendo más de lo mismo.

Si hoy no tiene ganas de leer malas noticias, las consecuencias de la inacción ante el cambio climático, nos dan las peores, quizás deba dejar de leer este artículo, para no perder su positivismo y su buena energía o quizás deba despertar y accionar.

Las regiones costeras perderán más playa. Ya lo estamos viviendo aquí en Honduras, en el sur del país, Cedeño.  Desde hace varios años el mar avanza, llevándose a las construcciones que antes estaban en la playa, lo hace de manera acelerada y nada lo detiene. El centro comunitario, viviendas y otras construcciones están bajo el agua, Cedeño, Zona Cero.

El agua y los alimentos escasearán aún más. Actualmente, hay un retroceso en la eliminación del hambre en el mundo, Cifras del Hambre (OMS, 2022). El número de personas que padecen de hambre ha aumentado, alrededor de 828 millones de personas han padecido hambre en 2021,  46 millones de personas más que el año 2020 y 150 millones más que en 2019.  El daño a la biodiversidad, tiene y tendrán un impacto mayor a la cadena alimentaria.

Los arrecifes de coral peligran debido a la elevación de las temperaturas, que se derivan del cambio climático y a la contaminación por plástico y otros residuos peligrosos.  Corales de Honduras en riesgo, La Tribuna, los arrecifes de coral son ecosistemas marinos vitales que albergan una gran biodiversidad, brindan protección costera, filtran agua, respaldan la pesca y el turismo, y contribuyen a la investigación científica. El cambio climático tiene impacto económico, las empresas y los países que basan su economía en los recursos naturales como Honduras serán los más afectados. Los desplazamientos por desastres naturales en el 2020, fue de 30 millones en 140 países según el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno, para el 2050 según ACNUR esta cifra superará 200 millones de personas que ocuparan ayuda humanitaria por el impacto del cambio climático.

En este contexto, todos los seres humanos somos culpables, en menor o mayor escala, esta vez cruzamos los límites del irrespeto a la naturaleza. Las consecuencias las vivimos y las viviremos todos, solo que unos sufrirán más que otros.  Adaptarnos al cambio climático es una salida ante lo irreversible, pero se debe procurar mitigar los impactos al ambiente.

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