OMOA, CORTÉS.- Los pescadores de este municipio han comenzado a “frotarse las manos” con el abundante aparecimiento de los pargos y cabos, los peces más apetecidos en los hogares y restaurantes de la costa norte y que tradicionalmente comienzan a aparecer a finales del décimo mes del año.
Experimentados pescadores aseguran que la presencia de estas codiciadas especies y cuya libra en el mercado se cotiza entre 45 a 50 lempiras, ya han hecho su aparición en las llamadas “puntas de Omoa”.
Incluyendo el muelle artesanal en la bahía municipal donde se concentran los pescadores.
Astutos pescadores han estado trabajando intensamente desde el viernes anterior saliendo y viniendo con cargamentos de pargos.
Este pez está viniendo al mar del Golfo de Honduras, huyendo en cantidades impresionantes de las aguas heladas de Norteamérica.
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Viajes tras viajes
Aunque la mayoría de los pescadores no revelan los lugares exactos donde están estos apetecibles pescados, es notorio los “viajes tras viajes” que realizan.
Aprovechando también que el movimiento de luna, hace que este tipo de peces busquen afanosamente alimento.
“El pargo es goloso y cuando asoma la luna su voracidad crece. Apenas el cordel llega a su territorio sienten el golpe seco y luego te avisa de la picada».
«Una vez que lo «clavas», puedes calcular hasta el tamaño».
«La batalla es breve, apenas unos segundos, tal vez minutos”, asegura Bertilio Castro, uno de los pescadores consultados.
Se espera que en el curso de la presente semana la actividad de pesca del pargo se intensifique con el “cambio de luna”.
Para lo cual se han preparado con neveras, hielo, buenos cordeles, motores y toda la logística que se requiere para aprovechar este “aguinaldo anticipado” que aún concede la naturaleza.
En condiciones normales, los pargos, que habitualmente hay en los bancos de los Cayos Zapotillos, pesan cerca de una libra o un poco más.
Sin embargo, ya se ha detectado que los que están bajando del norte son de cuatro a seis libras o más.
Lo que significa que la situación de momento es de bonanza para los pescadores que estaban esperando esta “flota”.
Por ahora, los que se dedican a faenar están a la espera de una buena pesca, en las próximas 48 horas en el mar adyacente a Omoa y el principal puerto del país.
Siempre y cuando se mantengan estables las condiciones del tiempo no solamente en las bahías de Puerto Cortés y Omoa.
PARA SABER
Para los pescadores, la llegada de pargos y cabos es una bendición que tradicionalmente aparece en esta temporada que ni la pandemia ni los desechos del Motagua, han podido detener. Una vez que concluya esta flota, esperan una más en diciembre antes de Navidad.