Tegucigalpa. En su primer mensaje del año 2025, la presidenta Xiomara Castro lanzó una contundente advertencia al gobierno de Estados Unidos, asegurando que Honduras reconsiderará la permanencia de las bases militares estadounidenses en su territorio si la administración entrante de Donald Trump adopta políticas hostiles hacia los migrantes hondureños.
Durante una cadena nacional, Castro destacó que espera un diálogo «constructivo y amistoso» con el nuevo gobierno estadounidense.
Sin embargo, advirtió que una expulsión masiva de migrantes obligaría a Honduras a revisar sus políticas de cooperación en materia militar.
«Por décadas, mantienen bases militares en nuestro territorio sin pagar un centavo, pero perderían toda razón de existir si adoptan medidas hostiles contra nuestros ciudadanos», afirmó.
La presencia militar de EE. UU. en Honduras
Actualmente, la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo opera desde la Base Aérea Soto Cano, ubicada en Palmerola, Comayagua.
Esta instalación, establecida en 1982, alberga a más de 500 militares estadounidenses y 500 civiles, y es clave para las operaciones del Comando Sur de EE. UU.
Críticas a la injerencia estadounidense
Castro también lamentó la inclusión de la magistrada Sonia Marlina Dubón en la Lista Engel y la suspensión de su visa estadounidense, calificándolo como un acto «injerencista».
Anunció que elevará una protesta formal al gobierno de EE. UU. y reiteró su rechazo al proyecto de las ZEDEs, calificándolo como «traición a la patria».
Solidaridad regional y propuestas de cooperación
Como presidenta pro tempore de la CELAC, Castro anunció que junto a su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, convocará a una reunión de cancilleres para abordar la migración y mostrar apoyo a Haití, Cuba y otras naciones de la región.
Además, extendió una invitación al presidente electo Trump para invertir en el proyecto del tren interoceánico, que conectaría los puertos más profundos del Caribe y el Pacífico.
Un balance de gestión y desafíos
En su discurso, Castro hizo un repaso de sus tres años de gobierno, destacando avances en energía, economía, salud y programas sociales, así como en la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, denunció lo que considera ataques sistemáticos por parte de la oposición y medios de comunicación.
Señaló que enfrenta una «lucha feroz» contra el fascismo en el continente y acusó al bipartidismo legislativo de bloquear la aprobación del presupuesto 2025 y de sabotear la Ley de Justicia Tributaria, afectando directamente a la población hondureña.
Un llamado a la refundación
Castro reiteró su compromiso con la «refundación» de Honduras y rechazó el retorno al modelo neoliberal que, según ella, saqueó las empresas públicas y forzó la migración de miles de hondureños.
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También ordenó medidas inmediatas para reducir los precios de medicamentos en el país, instruyendo a la Secretaría de Salud a actuar contra los abusos de las cadenas farmacéuticas.
El mensaje de año nuevo de la mandataria dejó claro que su gobierno continuará promoviendo cambios estructurales mientras enfrenta los retos de su gestión, incluyendo los desafíos impuestos por la oposición política y el contexto internacional.