En la isla de Buton, en Indonesia, una tribu indígena ha captado la atención mundial por una característica física inusual: muchos de sus habitantes tienen los ojos azul brillante.
A primera vista, parece un efecto de edición o incluso el uso de lentes de contacto, pero la realidad es que esta singularidad tiene un origen genético. Se trata del síndrome de Waardenburg, una rara condición hereditaria.
El fenómeno se hizo viral gracias al fotógrafo y geólogo Korchnoi Pasaribu, quien compartió en su cuenta de Instagram retratos de personas con brillantes ojos azules contrastando con su piel morena y cabello oscuro, creando una imagen tan llamativa como inusual. Las imágenes rápidamente generaron asombro en redes sociales.
“Los ojos azules son únicos, hermosos y son mi inspiración. Es mi color de ojos favorito”, comentó Pasaribu al referirse al encanto visual de los retratados.
A pesar de su belleza, algunos miembros de la tribu experimentan cierta molestia con la luz intensa, que les provoca lagrimeo, aunque no presentan problemas graves de visión, según explicó el fotógrafo.
¿Qué es el síndrome de Waardenburg?
El síndrome de Waardenburg es una condición genética hereditaria que afecta a aproximadamente una de cada 42 mil personas en el mundo.
Se transmite como un rasgo autosómico dominante, lo que significa que solo uno de los padres necesita portar el gen alterado para que se manifieste en el hijo.
La afección está relacionada con cambios en la pigmentación de ojos, cabello y piel, y en algunos casos también puede causar sordera congénita.
Según la Federación Argentina de Sociedades de Otorrinolaringología, entre el 25% y el 50% de los casos presentan hipoacusia neurosensorial bilateral, especialmente en los tipos I y II del síndrome.
En el caso de esta tribu de Buton, la mutación genética se ha mantenido dentro de la comunidad por lazos familiares estrechos, lo que ha hecho que la condición sea mucho más común que en otras partes del mundo.
Algunos habitantes presentan incluso heterocromía (ojos de diferentes colores), como tener un ojo azul claro y otro marrón oscuro.
Esto, sumado a la escasa información disponible hasta ahora sobre esta comunidad, ha hecho que su caso sea objeto de admiración, curiosidad científica y respeto por su singularidad genética.