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miércoles, mayo 8, 2024

Un líder humilde que utiliza la tercera vía

¡Vaya contraste de palabras! Está claro de que cuando hablamos de líder, esperamos alguien que sepa dirigir, firme, con convicciones. Cuando hablamos de una persona humilde, esperamos alguien que piense más en los demás que en sí mismo. Abierto, dispuesto a escuchar.

A lo largo de mucho caminar y de compartir con muchos líderes, puedo asegurar que el liderazgo de servicio, el “líder humilde”, como lo planteo en el titular, es el líder que todos desean seguir. ¿Por qué?, porque aprende, escucha. Y logra acuerdos.

Nelson Mandela, el conocido líder sudafricano que logró unir a toda una nación, aseguraba que las personas, tenemos una “alta capacidad para llegar a desacuerdos”. Como lo pondría en buen catracho, nos encanta pelearnos por todo. Véalo a donde vaya. En el tráfico. Donde hay colas. En el trabajo. ¡Hasta en las familias!

¿Qué pasa, cuando surge la NECESIDAD de unir? ¿Qué es lo que toca, cuando no hay más remedio que unirnos? Toca abrazar un liderazgo lleno de humildad. Jesucristo nos dejó una enorme lección de humildad, y liderazgo al enseñarnos que “más grande es el que sirve, que el que es servido”.

Hace falta mucho de eso en nuestros líderes actuales. Pues se tiene la errónea idea de que mi postura es la única válida. Y si la del otro es diferente, ¡vamos a tener un gran problema! Y comienzan los dimes que te diré. Los jalones

de pelo. Ofensas y destrucción. Sin embargo,el gran Stephen Covey nos enseña una manera de salir adelante, le llama “La tercera vía”.

La tercera vía es dejar mi postura y la tuya y construyamos una nueva juntos. Es un “pensemos juntos un ganar-ganar”. Se requiere mucha humildad para ello y le sumaría una cuota de grandeza, ya que al buscar una tercera vía no debe haber vencedores ni vencidos, sino algo construido por las partes.

El asunto es que, para ello, se requiere humildad. El líder humilde escucha primero, para ver qué busca en el fondo la otra persona y qué cosas puede interesarles. Tampoco renuncia a sus intereses, pero piensa que, en la construcción de esa tercera vía, sin duda habrá cosas que ceder y va pensando por adelantado en ello.

No se deja llevar por primeras impresiones, sino que partimos por el hecho que todos tenemos algo que aportar, pero todos buscamos algo propio en la vida. ¿Difícil?,claro, pero piense y vea a su alrededor, cuántas cosas no se resuelven y pasan a mejores tiempos pues no se llegan a acuerdos para avanzar.

En medio de todo esto, le tengo una buena noticia. Todos estamos dispuestos a ceder algo, si vemos que ganaremos algo. ¡Comience por allí! La tercera vía nos muestra un camino nuevo que vamos a recorrerlo, con la otra persona. Convencidos que fue lo mejor y seguros de que ambos ganaremos algo, al final.

Una postura caprichosa y llena de orgullojamás permitirá lograr esa tercera vía. Eso también enseña que hay que ser creativos y dinámicos, para saber negociar esa nueva vía que nos llevará a solucionar nuestro estancamiento.

De eso se tratan las negociaciones. De eso se tratan los consensos. De soltar las cosas que no nos dejan avanzar, así creamos, eran las mejores, pero no miramos resultados. Abrace la idea de ser un líder humilde. Y sea un sembrador de paz a donde vaya. Con sabiduría, sepa crear esa tercera vía que muchas veces lleva a logros y relaciones duraderas, pero, para ello, debemos saber escuchar, buscando siempre entre los involucrados, un ganarganar.

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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