Redacción. Juliana Marins, una joven turista brasileña de 26 años, fue encontrada sin vida tras caer por un precipicio mientras hacía senderismo en el volcán Rinjani, el segundo más alto de Indonesia.
La trágica noticia fue confirmada por su familia y los equipos de rescate este martes, tras varios días de intensa búsqueda bajo condiciones climáticas adversas.
La joven había caído el sábado en la mañana durante una excursión en grupo. Aunque inicialmente sobrevivió a la caída de 300 metros, los rescatistas no lograron alcanzarla de inmediato debido a la espesa niebla y la dificultad del terreno.
El domingo, drones registraron que ya no se encontraba en el mismo lugar, lo que aumentó la urgencia y el drama del rescate.
El cuerpo fue finalmente localizado y recuperado el martes tras descender 600 metros por un barranco.
En total, 48 personas participaron en las operaciones, incluyendo miembros del gobierno indonesio y representantes de la Embajada de Brasil.
La familia denunció negligencia y cuestionó que el parque siguiera abierto durante la búsqueda.
La tragedia ha provocado cuestionamientos sobre la preparación de los equipos de rescate. Expertos locales señalaron que las cuerdas utilizadas no eran lo suficientemente largas, lo que habría dificultado el acceso a la joven.
Además, el guía que la acompañaba fue interrogado por la policía tras las acusaciones de haberla dejado sola, aunque él niega haberla abandonado.
Juliana era una viajera apasionada, con experiencia en destinos del sudeste asiático como Tailandia y Vietnam.
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Su muerte ha conmocionado a sus allegados y a la comunidad de viajeros internacionales, mientras las autoridades locales anunciaron el cierre temporal del sendero del monte Rinjani por seguridad.