El Paraíso

LOS VECINOS SE ENCUENTRAN ASUSTADOS 

  DANLÍ, EL PARAÍSO. Los 13 monigotes encontrados en el ce­menterio de esta ciudad, fueron ela­borados de tela negra y hierbas en su interior, destinados a víctimas como parejas y hasta de forma individual a mujeres y hombres, con fotografía y su nombre escrito bordado con hi­lo, estos entierros hoy ya tienen sus protagonistas.

Tras el abominable hallazgo que tiene con los nervios de punta a es­ta localidad, muchos ciudadanos se acercaron al cementerio a revisar las tumbas de sus deudos para veri­ficar que no hayan sido profanadas, además solicitaron a las autorida­des resguardar el camposanto que por años ha sido nido de vagabun­dos, enfermos mentales, alcohólicos y drogadictos; en el peor de los casos para cometer brujería, robar tierra, huesos de muerto y hacer entierros.

Las publicaciones lograron dar con dos víctimas de este acto cali­ficado como abominable de magia negra, en primer lugar, una pareja radicada en Estados Unidos

Yesica Carolina Castillo Rosa viajó hace ocho meses a Estados Unidos para estar junto a su pareja Carlos Moya, quien cumple 20 años de estar en este país, cada uno tiene su propia representación con ma­gia negra vudú; Yésica Castillo dijo “primero nos cubrirnos con la san­gre poderosa de Cristo y a mi fami­lia también, yo perdono y bendigo a esas personas por andar haciendo esas cosas”.

Por su parte Carlos Moya les re­cordó a los que hicieron ese daño “todo lo mal que hacen aquí lo van a pagar, lo que nos están haciendo tar­de o temprano la van a pagar porque Dios se encarga de todo”.

Una tercera víctima residente en este sitio y que prefirió no iden­tificarse relató entre lágrimas “es­toy horrorizada con lo que he visto, jamás imaginé que hubieran perso­nas de tan mal corazón, ahora en­tiendo porqué tanto he sufrido. Pa­se por un proceso de enfermedad que los doctores nunca determina­ron qué era lo que tenía, no dormía de tantas calentura, bajé 17 libras de tan enferma, casi perdí mi trabajo y fue hasta una noche que ya no so­portaba que fueron a hacer oración por mí, por mi hogar, fue hasta ese día que empecé a recuperar la paz; allí está mi foto y la reconocí de in­mediato porque estaba en mi Face­book y fue hasta hace unos meses que la borré, le dejo esto a Dios y seguiré orando por mí, mi familia y esas personas para que encuen­tren la paz”.

Los 13 monigotes aún permane­cían sobre la tumba donde habían si­do enterrados, pero la familia de la pareja de Estados Unidos se trasladó hasta este término, procedente de de la colonia Primero de Diciembre de Tegucigalpa. Los padres de Yési­ca Carolina Castillo Rosa con aceite de ungir en mano, una oración y ga­solina procedieron a quemarlos ex­presando “desconocemos por qué vino a aparecer este daño aquí si no­sotros no tenemos enemistades con nadie, no somos de esta zona y mi hi­ja antes de irse ella residía en Tegu­cigalpa, es más, aquí yo visité cuan­do habían pocas casas”.

Los muñecos son conocidos co­mo magia o brujería vudú, se utili­zan para hacer ritos satánicos o ma­gia negra.

Esta práctica de magia negra a través de muñeco vudú puede lograr fracaso económico, separar parejas, accidentes, causar dolor, causar en­fermedad hasta llevar a la muer­te o la locura; sin embargo, la bru­jería podría también afectar a quie­nes lo practican, pues estos actos se logran con intervención de espíritus malignos; existen varios tipos de ma­gia negra, como la brujería, magia ro­ja donde se trabaja con sangre y el vudú. Las familias afectadas espe­ran que la quema de los muñecos haya sido el cierre de una mala y te­nebrosa experiencia, en donde que­da claro que en Danlí existe un po­deroso o poderosa bruja que logró hacer 13 trabajos de magia negra vu­dú en contra de el mismo número de personas que hoy fueron liberadas.