En esta fecha especial del mes de octubre, que conmemoramos la vida del Prócer y Héroe Centroamericano, General José Francisco Morazán Quezada, hombre de valor y coraje que enorgullece a todos los que, con honor portan el uniforme militar y en quienes inspira, poseer un corazón lleno de amor por Honduras y en su mente, la premisa de luchar contra el agresor que ose ofender a la Patria.
Soldados como Morazán, a quienes se les dedican estas palabras de reconocimiento y gratitud por ser los héroes del hoy, que, al portar su uniforme militar con gallardía, valor y la confianza puesta en Dios; combaten a diario por su pueblo a quienes también, asisten en medio de la adversidad de un incendio, por las inclemencias del tiempo y, hoy en día, además, apoyando a nuestra Policía Nacional recuperando la seguridad en nuestro país.
Soldado todos, de Infantería, Caballería, Ingeniería Militar, Fuerzas Especiales, Artillería, Inteligencia Militar, Comunicaciones y todos los que apoyan desde los servicios logísticos. Para ustedes, Soldados del Aire; Pilotos, personal técnico y de seguridad de instalaciones y también, ustedes Soldados del Mar; Marinos, Infantes de Marina, técnicos y especialistas. Así como, para los hombres y mujeres de honor de la Policías Militar del Orden Público; hoy corresponde reconocerles por el enorme esfuerzo, dedicación y sacrificio con el que realizan cada misión por la defensa de la Soberanía Nacional y en las que apoyan al pueblo hondureño, al cual se deben y quien más los quiere.
La Patria en este mes recuerda con más sentimiento a sus hijos predilectos, a esos que por la defensa de Honduras sacrificaron hasta la vida, quienes, por la seguridad del pueblo ante criminales y malos ciudadanos, ofrecieron su mayor esfuerzo por que nadie sufra más. Para ustedes, compañeros y hermanos soldados a la distancia, hasta allá, a la par de Dios Todopoderoso, que llegue nuestro saludo, afecto y cariño, porque aquí, el recuerdo por su noble labor los mantiene vivos en el corazón de quien siempre los admirará.
Se es soldado y se disfruta, sobre todo, cuando se alcanza la satisfacción del deber cumplido, cuando al final de la jornada fueron muchas las manos de compatriotas, las que se estrechan, en señal de gratitud.
Como el General Morazán, ustedes soldados hondureños inspiran a darlo todo por Honduras, motivan cuando en medio de la adversidad son la mano amiga que ofrece paz, abrigo y salud. La Patria no puede más que sentirse orgullosa, por el soldado que, en lo más alto del cielo, en la más agreste montaña o la profundidad del hermoso mar; lleva consigo su mochila llena de principios y valores, tal cual municiones, para su principal arma que es, actuar con honor, lealtad y sacrificio por Honduras, por su familia, por sus Fuerzas Armadas y por su unidad, la que, para Él no es un batallón o instalación militar, es su hogar y lo será por siempre, porque el clarín y el grito de guerra de su sargento serán sus buenos días por la eternidad.
Y en esta oportunidad no vamos a concluir, porque el sentimiento, el reconocimiento y la gratitud por su trabajo y la misión cumplida es y será para siempre. Soldados se les admira, respeta y aprecia, por que un día decidieron servirle a la Patria portando un uniforme militar y escogieron con orgullo portar como su arma, el buen actuar y tal cual municiones; sus principios y valores, mismos, que les permiten orgullosamente ser Soldados como Morazán.
