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viernes, abril 26, 2024

Sobre lo efímero de las emociones

De la manera en que yo lo veo, la nueva generación es una muy afortunada en cuanto al tema del amor se refiere. Ellos van a encontrar mucha más información acerca del asunto que los que venimos de generaciones pasadas. A nosotros nos tocaron los maravillosos boleros como referencia y éramos tan incautos que nos terminábamos creyendo todo lo que dicen; los jóvenes de hoy día, no son así, son mucho más prudentes y hacen bien.

Mientras más nos eduquemos en la cuestión del sentimiento amoroso menos nos va a gustar la idea, pero definitivamente nos irá mucho mejor si prestamos atención a cómo es que verdaderamente funcionan las cosas, por ejemplo, nadie nos dijo que el amor, como un sentimiento que es, se produce en el cerebro, que las ondas cerebrales, así como las células corporales, cambian y se regeneran cada cierto tiempo, seis meses aproximadamente, a veces hasta un año. Después de este tiempo, las sensaciones que veníamos experimentando hacia alguien, podrían haber cambiado, y lo más penoso es que… ¡es normal!

Entonces aquí, entre este montón de información que existe al respecto (recomiendo el libro “¿Por qué somos como somos?” de Eduardo Punset; presentador, investigador y autor español) podemos encontrar la respuesta a la conducta de muchos hombres, por ejemplo, muchos de ellos se enamoran de una manera increíblemente rápida y, como no se conocen o no les interesa hacerlo, comienzan a prometer las perlas de la Virgen a la mujer de la que están cautivados, sacan todos sus encantos, se muestran  locos de amor y dispuestos a hacer cualquier cosa por ella, y no mienten. Es solo que al cabo de un tiempo ya no sienten igual, su fantasía ha quedado satisfecha y ya no tienen nada que ofrecer para seguir con la conquista, ya no les nace, y por eso se van.

La mayoría de las mujeres obviamente no ha leído nada al respecto (no nos lo enseñan en la secundaria ni mucho menos) y la única conclusión a la que llegan, es que el tipo es un perfecto desgraciado etc., y es comprensible… pero no siempre cierto.

Si le ponemos un poco de mente y análisis a todo esto, entenderemos que el enamoramiento es una fase que debemos llevar con mucha calma por muy difícil que sea. Las mujeres necesitan ser un poco más precavidas, no creer todo lo que ese hombre abrumado por sus emociones, le está diciendo. Se le pasará, todo eso debe pasar, porque el cerebro no podría soportar por mucho tiempo un sentimiento tan arrebatador como lo es el amor en su fase de enamoramiento.

Y desde luego que a las mujeres nos puede pasar igual, por lo tanto, llevar las cosas con serenidad es lo más recomendable, no sabemos cómo va a evolucionar la cuestión. Nada de comprometerse seriamente en ese lapso si no queremos lamentarlo más tarde. Desde luego que las excepciones están por todos lados y seguramente hemos conocido gente que, pasando el tiempo de enamoramiento, se da cuenta de que realmente quiere estar con esa persona y se queda. Y, con esa persona es con quien conviene seguir enamorado, con la que se reinventa cada cierto tiempo y no cambia de sentir.

Y bueno, los que dejaron de sentir y se fueron, al fin y al cabo, nos hicieron un favor porque pensándolo bien, los que se quedaron por otras razones (como cumplir con una obligación o una promesa) al final, nos harán muy infelices… y viceversa.

Por Emy James, sicóloga.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
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