Siria. Tras la caída del régimen de Bashar al-Assad, decenas de ciudadanos ingresaron al Palacio Presidencial Al-Rawda en Damasco, donde se reportaron saqueos y tomas simbólicas del lugar que fue símbolo del poder del dictador por más de una década.
Imágenes compartidas en redes sociales muestran a personas recorriendo los pasillos del palacio, tomándose selfies y posando frente a escritorios rodeados de mapas esparcidos.
Algunas personas fueron vistas saliendo del lugar con muebles y otros objetos del interior.
En paralelo, insurgentes ingresaron a un garaje que contenía decenas de autos de lujo pertenecientes a Assad, incluidos modelos de Mercedes, Ferraris y Audis, ahora confiscados.
También se reportó el saqueo del Banco Central de Siria, donde testigos afirmaron haber visto a individuos cargando bolsas llenas de dinero en efectivo.
La televisión estatal siria mostró a rebeldes explorando los pasillos del palacio, en medio de informes de que Assad habría huido en un avión hacia un destino desconocido.
Fuerzas insurgentes han interrogado a funcionarios militares y de inteligencia del régimen en un esfuerzo por rastrear el paradero del depuesto líder.
🇸🇾🏴☠️ Imagenes del saqueo del Banco Central de Siria en Damasco pic.twitter.com/tves63cUiy
— 𝐄𝐮𝐫𝐞𝐤𝐚 𝐍𝐞𝐰𝐬 📰💻 (@EurekaNews10) December 8, 2024
Caída del régimen
El derrocamiento de Assad marcó el fin de más de 54 años de gobierno de la familia al-Assad en Siria.
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Tras 13 años de guerra civil, que dejó casi medio millón de muertos y desplazó a la mitad de la población del país, los rebeldes tomaron el control de Damasco en un hecho que también asesta un golpe a la influencia de Rusia e Irán, principales aliados del régimen.
La salida de Assad deja a Siria en un panorama incierto, sin un sucesor claro y con un país devastado por el conflicto.
La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos mientras los sirios enfrentan un futuro marcado por desafíos políticos y sociales.