En el marco de Naciones Unidas, se firmó el Pacto del Futuro, un ambicioso acuerdo que incluye 56 iniciativas destinadas a salvaguardar la paz mundial, enfrentar la crisis climática y abordar los desafíos emergentes de la inteligencia artificial.
El Pacto se compromete a impulsar con vigor la búsqueda de los objetivos de desarrollo sostenible, que tienen como misión erradicar la pobreza extrema, combatir el hambre, promover la equidad de género y fomentar la educación para el año 2030.
Un total de 143 países se unieron en apoyo a este pacto, destacando entre ellos naciones de Centroamérica como Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá.
Asimismo, naciones como Estados Unidos, Canadá, México, los países de la Unión Europea y Japón, entre otros, respaldaron con su voto el pacto.
Entre los países que se abstuvieron figuran Afganistán, Azerbaiyán, Brunei, Burkina-Fasso, la República Centroafricana, Chad, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Eswatini y Kirguistán.
El Salvador se unió a Argentina, Bahamas y Haití en el continente americano, para abstenerse de apoyar el Pacto que subraya el «aumento y diversificación» de las amenazas a la paz mundial.
El documento, respaldado por un acuerdo general, carece de carácter obligatorio, y, sin embargo, encontró la resistencia de naciones como Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte, China y Bielorrusia.
Los cinco ejes prioritarios del Pacto del futuro
- Desarrollo sostenible y financiación del desarrollo
- Paz y seguridad internacional
- Ciencia, tecnología, innovación y cooperación digital
- Juventud y generaciones futuras
- Transformación de la gobernanza mundial