Ocuparse de lo más básico para atender lo verdaderamente importante ¿Qué significa?.
Los libros de ficción y la televisión están inundados de historias cuyo tema principal es alguna catástrofe que aniquila a buena parte de la humanidad.
La poca gente que sobrevive lo hace entre otras cosas, porque tuvo las habilidades o la suerte para encontrarse un refugio y comida. Ninguno de estos sobrevivientes estaba preparado de ninguna manera para un sucesos de esas magnitudes.
Incluso en vida real y a pesar de las experiencias pasadas y el conocimiento de las posibilidades de que se repita algún desastre natural por ejemplo, las personas no acostumbran prepararse para el siguiente evento desafortunado.
Esto puede suceder por varias razones que van desde la falta de recursos económicos para ese tipo de abastecimientos permanentes, pasando por la imprudencia o por la esperanza de que no volverá a suceder.
El asunto es que nadie presta atención a algo tan importante como lo es almacenar agua, comida y medicina, por si acaso.
Incluso no tenemos que irnos muy lejos, la muy reciente pasada pandemia, nos dejó claro esta importancia.
Pero aún así y a pesar de haber pasado penurias luego de que todo el comercio cerrara, pocos pueden decir que obtuvieron un aprendizaje al respecto.
Seguimos viviendo como si tuviéramos garantías de que todo va a estar bien. Esto, hablando de mantener nuestro cuerpo funcionando pero y la mente?
Cuando nos tocó el encierro contábamos con energía eléctrica y la internet pero ¿y si para la próxima no tuviéramos ninguna de ambas?
Igualmente, muy pocos son los que cuentan con una biblioteca, ni una pequeñita siquiera.
Entonces, si nos llegáramos a encontrar en situaciones semejantes a las del 2020 y no tenemos agua suficiente, ni comida, medicina, ni libros… ¿Cómo nos mantendremos vivos y cuerdos?
Después de todo lo que nos ha enseñado la historia y la experiencia, las próximas construcciones deberían ofrecer casas con áticos donde las personas puedan guardar todo lo necesario al mismo tiempo que puedan resguardarse mientras pasa el imprevisto.
Así, al tener cubiertas las necesidades primarias, poder prepararse para afrontar lo que sea que toque enfrentar.
