El calor puede alterar el humor de las personas y su estado de ánimo. Por lo que las altas temperaturas no solo pueden provocar síntomas físicos como problemas cardiovasculares o respiratorios, sino que además, pueden llegar a afectar profundamente a nuestro estado de ánimo.
Algunos síntomas comunes del exceso de calor pueden ser: aumento de la irritabilidad, debilitamiento o aturdimiento mental, apatía y mal humor.
También, podemos experimentar una merma en nuestra capacidad de reacción y de concentración.
La relación entre el calor, el humor y el estado de ánimo
Cuando se incrementa la sensación térmica por altas temperaturas es más probable que se incremente el cansancio físico.
Al requerir un mayor desgaste físico, afecta al humor.
«Cuando estamos más cansados, podemos llegar a estados de estrés. Se genera un aumento del cortisol y de la adrenalina que puede producir estrés», aseguran expertos.
Con lo anterior, llegan las alteraciones en el estado de ánimo, la irritabilidad y mayor cansancio.
Asimismo, con el calor, se incrementa la sudoración y la deshidratación. Dos respuestas del ser humano que pueden afectar al estado de ánimo y al humor de la ciudadanía.
Además, las altas temperaturas dificultan el descanso e incrementan las posibilidades de padecer agotamiento o fatiga.
Estos son síntomas muy relacionados con el mal humor y la irritabilidad, aumentando cuando hace calor.
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Cómo aliviar los efectos negativos del calor
Para superar o aliviar los efectos negativos de los días más calurosos del verano, puedes poner en práctica estas recomendaciones:
- Siesta a mediodía
Los expertos aconsejan reducir al máximo la actividad en las horas centrales del día.
La siesta, tan denostada y criticada durante años, se está recuperando como una forma inteligente y saludable de sobrevivir en climas cálidos.
- Hidratarte bien
Resulta imprescindible mantener una adecuada hidratación. No esperes a tener sed, bebe durante todo el día para compensar los líquidos perdidos por la transpiración.
Evita las bebidas alcohólicas o con cafeína.
- Evitar comidas copiosas e ingerir alimentos frescos y ligeros
Trata de ingerir sopas frías, ensaladas y comidas ligeras para el verano. Este tipo de alimentación, adaptada a las necesidades de hidratación y refrigeración del cuerpo.
Lo que, te puede ayudar a mantener una salud física y mental bien equilibradas.
- Manejar tus emociones
Si te sientes más irritado o estresado por ciertas situaciones, recuerda que el calor puede tener parte de culpa y exagerar estas sensaciones.
No tomes decisiones importantes, deja pasar unos días, relaja, descansa y ya verás que tu perspectiva es diferente cuando pase el calor.
- Prestar el doble de atención
Dado que el calor afecta a nuestra capacidad de concentración y de descanso, es muy habitual sufrir despistes en aquellas situaciones habituales que no nos suponen mayor problema en otros momentos.
Presta especial atención cuando realices actividades que requieran tu concentración (como conducir, cruzar una calle, coger las llaves de casa).