En el pintoresco pueblo de Santa Lucía, ubicado en el departamento de Francisco Morazán Honduras, yace una laguna natural plagada de “habitantes pintorescos y ancestrales” con mucha historia a sus espaldas.
Los patos reales, las tortugas y las ardillas son algunos de los especímenes que encontramos en este hermoso lugar. Su historia y significado histórico cultural debe ser conocido y reconocido por todos los que amamos la naturaleza y que; tratamos de cuidar lo nuestro.
Lo primero, que encontramos en una visita “Santa” es su hermosa laguna. En ella habitan unos palmípedos de origen prehispánico.
En ella tenemos dos tipos de patos: Cairina moschata moschata, conocido como pato criollo, bragado, pato negro o pato mudo y La subespecie silvestre Cairina moschata sylvestris, conocido comúnmente como pato real.
Todos originarios del continente y de una curiosa belleza, domesticados durante milenios por las culturas autóctonas del área; ellos engalanan la laguna.
Una de las cinco especies de animales, domesticadas por los indígenas desde tiempos inmemoriales, junto con el pavo común, la llama, la alpaca y el conejillo de indias.
Los patos viven amenazados, por uno de sus depredadores comunes; las ratas. En la laguna habitan “muchas ratas” desconozco el motivo de la proliferación de ratas… pero son una amenaza constante y permanente tanto para patos y para los huevos empollados por las patas.
Los visitantes de la laguna se convirtieron de igual forma en amenaza para los palmípedos. Los turistas “tiran papeles al suelo, cartones, vasos, platos, colillas de cigarros; y mucha basura termina en laguna… ¡Una vez me tocó ver un padre de familia que toleraba que su hijo les tirara piedras a los patos! …
No creo, que la visita de estos “ilustres” personajes sea agradecida por las aves. Los animalitos deberían tener protección tanto física como administrativa, por parte del gobierno; ellos son patrimonio local. Unos palmípedos conocidos desde tiempos ancestrales, pero desconocidos hoy, por la mayor parte de los visitantes, que concurren al lugar.
Los patos, son cuidados con esmero por los trabajadores de la laguna, pero tienen, que lidiar con los desagradables visitantes y la falta de espacio físico para armonizar la estancia de animales y personas…
El ruido es otro elemento por considerar los días que llegan las hordas de turistas ¡el escándalo y las estridencias no van con los animales! En otros países, un animal de semejantes características estaría mejor cuidado y se tomarían las medidas estatales para preservar la especie.
En México la protección del pato real mexicano (que es el mismo de la laguna de Santa Lucía) es una especie considerada en periodo de extinción… aquí ¿…? Los patos cohabitan con las tortugas de la laguna, las hay de todos los tamaños y variedades, se tienen identificadas varias especies; hay muchas y necesitan también cuidados… Tienen una importancia histórica y cultural, dentro de los pueblos autóctonos desde los tiempos más remotos, y para los mayas en particular; eran más que un simple animal… Las tortugas en el mundo maya estaban asociadas al agua, la tierra y el trueno.
También están relacionadas con la longevidad, fertilidad, buena suerte y la libertad. La deidad maya, Pawahtún, es representada con un caparazón de tortuga en la espalda y es conocido como el Cargador del Cosmos… Además, veían la Tierra representada en el caparazón de la tortuga…
En la astronomía maya, la constelación de Orión se identifica con una tortuga…y ¡El sagrado número trece, está presente en los escudos del caparazón de la tortuga! ¡Mitología y realidad coexisten en la laguna!
Una leyenda cuenta, que la luna y el sol escaparon de la destrucción del universo, huyeron buscando resguardo dentro del caparazón de la tortuga; gracias a ella, la luna realizó su recorrido.
El caparazón de la tortuga se asocia también con el calendario y la astronomía. Se dice que el caparazón de la tortuga tiene trece secciones o escudos, que representan los trece ciclos lunares en un año… ¡un animal totémico habita en Santa Lucía!… El nahual “tortuga” (animal tutelar) está asociado a los nacidos entre el 27 de junio y el 25 de julio y representa la paciencia, la estabilidad y la protección.
Este argumento histórico cultural, es bastante elocuente para entender la importancia de las tortugas para la laguna. También existe un roedor vecino, que cohabita con los patos y tortugas, desde tiempos precolombinos, es endémico y no menos importante; la ardilla gris.
De carácter sociable y simpática, acepta la presencia humana sin problemas, es habitual encontrarse con ella en días no ruidosos, pero el fin de semana “desaparece”, trepa los árboles y huye para resguardarse del mundanal ruido.
Las ardillas también son nahuales en el zodiaco maya, es decir; son “animales tutelares protectores”. El nahual de la ardilla está asociado a aquellos que nacieron entre el 30 de mayo y el 26 de junio. Este pequeño y ágil roedor simboliza la energía, la vitalidad y la sociabilidad.
Las personas con el nahual de la ardilla suelen ser enérgicas, comunicativas y con una gran capacidad para adaptarse a diferentes entornos sociales… Cuando visitemos lugares turísticos como el reseñado, es importante ver no solo el paisaje y el paisanaje, es importante ver, los mensajes ocultos detrás de las cosas.
Los animales ancestrales ¡tienen un valor histórico y cultural definitivo!… ¡nada en la naturaleza es por casualidad! ¡respetemos y cuidemos nuestra fauna! Necesitamos más educación colectiva y cultural sobre lo nuestro…