AlTegucigalpa. La coordinadora de la Unidad de Agroambiente Climático y Gestión de Riesgo de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), Tirza Espinoza, advirtió del efecto en las cosechas del fenómeno climatológico “Niño Neutro”.
Según el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceánicos y Sísmicos (Cenaos), de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), “el pronóstico que nos da el fenómeno del Niño Oscilar del Sur, lo tienen como “Niño Neutro”, es decir que no será Niño, ni Niña, explicó.
Cenaos advierte de una condición climática, con pronóstico de anomalía de precipitación.
Según los años 2002 y 2009, donde presenta para mayo, junio y julio de 2023, Honduras pinta de dos colores, detalló.
Según su explicación, en la clasificación hay 3 zonas: la amarilla que es la normal; la café bajo lo normal y la verde es arriba de lo normal.
“Honduras está entre café y amarillo, en zonas donde va caer menos lluvia de lo normal”, aseguró.
En los pronósticos de temperatura se estiman un poco arriba de lo que normalmente se ha registrado en el país.
En importante tener en cuenta esta combinación y su efecto en los cultivos, que el suelo haga mejor uso de la lluvia que va a caer y que este pase la canícula.
Esta será una canícula más larga de la habitual, no es que dejará de llover, sino que llueve menos, por lo que habrá que estar pendiente del el cultivo.
¿Qué es el Niño y la Niña?
El Niño consiste en un calentamiento de más de medio grado Celsius de la temperatura promedio en la superficie en el Océano Pacífico.
Además, los vientos que soplan del Este cerca de la superficie marina se debilitan y las lluvias por lo general se producen sobre Australia, se trasladan al centro del Pacífico.
El Niño y su interacción con la circulación de los vientos y la circulación marina influyen para que se formen menos huracanes en el Océano Atlántico y más huracanes en el Pacífico.
La Niña más bien es un enfriamiento de más de medio grado Celsius de la temperatura promedio en la superficie en el Océano Pacífico.
Los vientos que soplan del Este se aceleran sobre la superficie marina y las lluvias sobre Australia se intensifican.
La Niña y su interacción con la circulación atmosférica y las corrientes marinas favorecen la formación de más huracanes en el Atlántico y menos huracanes en el Pacífico.
En Honduras, por lo general El Niño produce una canícula más intensa y larga en Choluteca, Valle, El Paraíso, Francisco Morazán, La Paz y Ocotepeque.
Al sur se traduce en sequias, especialmente desde finales de Junio hasta principios de septiembre.
En tanto, cuando estamos bajo la influencia de la Niña llueve más, la Canícula es más corta y en algunas ocasiones no se presenta en la mayor parte del país.
Efectos negativos
Los efectos negativos de Niños intensos como los que ocurrieron entre 1982-1983, 1997-1998 y 2014-2015 ocasionaron pérdidas millonarias.
En ese sentido, las sequías y altas temperaturas registraron muerte de ganado, pérdidas en cultivos de granos básicos, disminución en la producción de camarones.
Así mismo este fenómeno, favoreció la propagación de incendios forestales.
Así como también, durante estos años se registraron mayores brotes del gorgojo descortezador del pino, enfermedades propagadas como el dengue, zika y chikungunya.
Lo anterior pone en riesgo la seguridad alimentaria y la calidad de vida de la población.
La Niña también produce desastres debido a que llueve más, los suelos se saturan lo que produce mayor cantidad de deslizamientos e inundaciones.
Asimismo, se incrementan las probabilidades de ser impactados por ciclones tropicales.
Los mayores desastres ocurridos en Honduras se presentaron durante el evento La Niña.
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Enese sentido, fueron ocasionados por el huracán Mitch en octubre de 1998 y el huracán Fifí en septiembre de 1974.