Disneiris Hernández, una mujer que se encontraba disfrutando del ambiente festivo por el Día del Padre en un estadero local, falleció de manera repentina mientras bailaba.
Lo que debía ser una noche de celebración terminó en tragedia en La Jagua de Ibirico, en el departamento del Cesar, en Colombia.
Según reportes de la Red de Emergencias Valledupar, testigos relataron que Hernández se encontraba animada y alegre en la pista de baile cuando sufrió una descompensación repentina.
A pesar de los esfuerzos de auxilio por parte de asistentes y personal del establecimiento, la mujer fue declarada muerta en el lugar. La causa: un paro cardiorrespiratorio fulminante.
Las autoridades locales procedieron con el levantamiento del cuerpo y actualmente se realizan las diligencias forenses correspondientes para esclarecer todos los detalles del fallecimiento.
El estadero donde ocurrió el suceso es un sitio de esparcimiento muy concurrido en fechas especiales como el Día del Padre.
Tras la inesperada muerte, el ambiente se transformó de celebración a conmoción. Varias personas que se encontraban en el lugar expresaron su consternación por lo sucedido, recordando que minutos antes, la mujer irradiaba alegría mientras bailaba.
El hecho ha generado un fuerte impacto en redes sociales, donde internautas han compartido mensajes de tristeza, reflexión y también humor negro, que ha dividido opiniones.
Algunos usuarios lamentaron que una pareja cercana a la escena continuara bailando, comparando la escena con «los músicos del Titanic», haciendo alusión a su aparente desconexión del trágico momento.
Otros, en cambio, resaltaron que la mujer falleció en medio de una actividad que amaba, lo que dio pie a reflexiones sobre la fugacidad de la vida.
“La muerte no escoge ni el día ni la hora”, escribió un usuario. Otro comentó: “Pobre alma, Dios mío… no saben que la vida es como un pensamiento”, invitando a la reflexión espiritual y a valorar cada instante de vida.
La comunidad local y usuarios en redes sociales han coincidido en el dolor por esta pérdida, recordando que incluso en los momentos de mayor felicidad, la vida puede cambiar en un instante.
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