El anuncio de la construcción de una cárcel en la aldea Mocorón, municipio de Puerto Lempira, departamento de Gracias a Dios, ha desatado un fuerte rechazo por parte de los consejos territoriales y líderes indígenas de La Mosquitia.
Bajo consignas como “No a la cárcel en La Mosquitia”, las comunidades han expresado su oposición a un proyecto que consideran una amenaza para su territorio y su cultura.
Un megaproyecto controvertido
El proyecto carcelario, que albergaría a 2,000 reclusos de alta peligrosidad, fue inspeccionado el martes por la ministra de Defensa, Rixi Moncada, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández.
La obra, con una inversión de 2,700 millones de lempiras, incluye estudios de impacto ambiental y está prevista para iniciar en las próximas semanas, según detalló Hernández.
“No estamos en contra del ordenamiento del sistema carcelario, pero rechazamos que se construya en un departamento con tantas carencias como Gracias a Dios”, expresó Érika Urtecho, diputada liberal por el departamento.
La legisladora también criticó la falta de consulta previa con las comunidades indígenas, un proceso requerido por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Comunidades indígenas en resistencia
Doce consejos territoriales, junto con organizaciones como MASTA (organización indígena misquita), emitieron un pronunciamiento rechazando el proyecto.
En el documento, denuncian que la construcción del penal representa una amenaza para su cultura, medio ambiente y bienestar comunitario.
“La construcción de esta cárcel no solo es injusta, sino que también legalizará y extenderá la invasión de los territorios indígenas, aumentará la presencia militar y generará impactos sociales, ambientales y culturales irreversibles”, señala el pronunciamiento.
Ezequiel Cruz, líder misquito, hizo un llamado directo a la presidenta Xiomara Castro: “Rechazamos rotundamente este proyecto y solicitamos que se realicen las consultas correspondientes con el pueblo misquito”.
Impacto en una región vulnerable
La Mosquitia, una de las regiones más marginadas del país, enfrenta severas deficiencias en servicios básicos como agua potable, electricidad e infraestructura vial.
Los líderes indígenas argumentan que las prioridades del gobierno deberían centrarse en resolver estas problemáticas antes de impulsar un proyecto penitenciario de tal magnitud.
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Además, señalan que el proyecto viola sus derechos territoriales y culturales, además de no haber sido sometido a un proceso de socialización con las comunidades, como lo exige la normativa internacional para pueblos indígenas.
P U E R T O L E M P I R A
POBLADORES NO QUIEREN LA CARCEL SEGURIDAD #NoticiasMuskitiaHn
La gente de mocoron esta protesta, no quieren la Carcel en la Comunidad de Mocorón, Puerto Lempira. pic.twitter.com/eQw2yMxxoh— NOTICIAS MUSKITIAHN (@NMoskitiahn) November 28, 2024
Las protestas de las comunidades misquitas reflejan la lucha histórica por la defensa de sus territorios y derechos.