La competencia por la audiencia se intensifica entre las principales plataformas de streaming, MAX y Netflix, con el anuncio de dos producciones inspiradas en clásicos de la literatura latinoamericana.
Mientras MAX (anteriormente conocido como HBO) inicia la producción de su adaptación de Como agua para chocolate, basada en la novela de Laura Esquivel.
Por otro lado, Netflix ha puesto en marcha su versión de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
La serie de Como agua para chocolate será dirigida por Julián de Tavira y Ana Lorena Pérez Ríos, quienes llevarán la historia a la pantalla en una producción filmada en México.
Una novela, ícono del realismo mágico, adaptada al cine en 1992 con gran éxito, y ahora MAX apuesta por reavivar esta historia que entrelaza amor, magia y cocina en tiempos de la Revolución Mexicana.
La producción, que involucra a más de 1200 personas, se grabó en Ciudad de México y Tlaxcala.
Asimismo, cuenta con un elenco de actores destacados como Irene Azuela, Azul Guaita y Ana Valeria Becerril.

Cien años de soledad
Por su parte, Netflix no se queda atrás con su adaptación de Cien años de soledad, la obra maestra de García Márquez.
Este ambicioso proyecto es el primer intento de llevar a la pantalla la compleja saga de la familia Buendía, ambientada en el mítico pueblo de Macondo.
Ambas series buscan capturar la esencia del realismo mágico, un género que ha fascinado a lectores de todo el mundo por décadas.
Aunque MAX aún no ha revelado la fecha de estreno de Como Agua para Chocolate, la expectación ya está en aumento.

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La serie promete reavivar la magia literaria de Esquivel y presentar una historia que, en palabras de la productora Salma Hayek, «habla de la lucha de las mujeres por controlar su propio destino».
Por otro lado, Netflix mantiene en secreto muchos detalles sobre Cien años de soledad, pero el peso de la obra y el compromiso de la plataforma con su producción garantizan que será uno de los grandes estrenos del año.
Con estos lanzamientos, MAX y Netflix no solo rivalizan por la audiencia, sino que también rinden homenaje a la rica tradición literaria latinoamericana.
¿Quién ganará esta batalla de realismo mágico? Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que los espectadores tienen ante sí un banquete audiovisual inigualable.