“Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer cuál es su posición, incluso si está equivocado, que el otro que viene como un ángel pero que resulta ser un demonio”. Malcolm X.
Ing. Carlos Mata
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Avanzar es la idea, aunque sea de milímetro en milímetro, de micra en micra, de Ångström en Ångström (y así sucesivamente), pero la consigna es llegar, progresivamente, poco a poco, tarde lo que se tarde, pero llegar, al fin y al cabo. Ese es el despropósito del combo rojinegro latinoamericano, no es que sean “progresistas” aludiendo a la prosperidad de los pueblos y nada más equivocado, más bien se refiere a que progresivamente van avanzando, siempre regresan, son más listos que los hijos de la luz y no descansarán hasta apoderarse del mundo, manejados como marionetas y como loros repiten consignas y ay de aquel que confronte sus “ideales” que no son más que la búsqueda y el encontronazo con el placer de piel, mucosas, paladar y glándulas de todo tipo.
No se confunda, que esa duda y zozobra que ahorita siente porque es fabricada, usted no les tenga miedo, porque dentro del campo de las ideas a veces podríamos ser lastimados en el ego, pero hasta ahí nomás ya que siempre habrá uno que sea más gallo, más leído, más campeón que uno. Todo es a propósito para ir sembrando el desorden, pero usted no se desordene y el golpe más artero que les puede dar a estos termocéfalos es reconciliarse con su vecindario, promover la paz, ser agente de cambio positivo con el trabajo y el estudio, con la solidaridad a los que están ahorita aguantando sol perro después de tanta lluvia.
La bandera que enarbolan es la de su hambre y la mía, pero vea si usted los ha autorizado, solo la usan, después llegan y le dicen a la indiada con tono altanero que no hay dinero para una simpe carretera y mire cómo es la vida, casi todas –ahorita- están destruidas y allí debe haber dinero para reconstruirlas o repararlas, sí o sí. Con esas arengas chabacanas nos quieren doblar el espinazo en especial a los jóvenes, siempre pululan donde están las semillas de esperanza para convertirlas en agentes de violencia, a esos cipotes les dan altas dosis de paja con diplomas espurios al mérito por haber “participado en las charlas”, que no son otra cosa que un lavado de cerebro. Ojo muchá, que después cuando ya estén viejos no van a poder darle de comer a sus propios hijos o para comprar recarguitas por haber entregado su energía a retrógrados, miren que están a tiempo, piensen como quieran, a la derecha o a la izquierda, no hay problema ¡pero piensen!
Bueno, para que después no se diga que lo intentamos, ojo con esos “progres”, antes usaban a los campesinos y a los obreros para lograr sus objetivos, hoy ya estas familias tienen casitas y su carrito, aunque sea uno casposo, pero lo tienen y su necesidad satisfecha, ya empezaron a atacar a la Iglesia católica, ya hay una ley que va a regular a los periodistas, poco a poco van apretando. Hoy usan a los gais para enfrentar desde las bases morales a la sociedad y poner a unos contra otros y eso no es así, cada quien que viva su vida como le dé la gana. Ojo con esa familia, también están sirviendo de grada, después son capaces hasta de fusilarlos, tal como lo hacía el Che en los campos de concentración de homosexuales y afeminados en la península de Guanahacabibes, Cuba. Los tildaba de “degenerados y manifestación del imperialismo” y los iba fusilando por tandas, y ahora aparece su imagen en camisetas en sus marchas. Si es que no les digo, ¿pue?
