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lunes, abril 29, 2024

Los inocentes y el aborto

Siendo tan delicado el tema por frisar en los límites de lo moral, pero que no es negociable desde ese mismo punto de vista debido a que la vida se debe defender a capa y espada, por ser el primer derecho humano, con un mensaje claro para aquellos que dicen defender tales conquistas. Hemos pasado ya la fecha –ayer 28 de diciembre-de la conmemoración de la matanza, asesinato cobarde y que faltan adjetivos para poder calificar semejante atrocidad, de inocentes bebés a manos de Herodes por temor a perder el poder político al escuchar el rumor que un nuevo rey acababa de nacer en su comarca.

Sin duda que la ética médica establece protocolos basados en la preservación de lo más que se pueda la vida de madre e hijo. Esos enfrentamientos dentro de las mentes y corazones de las familias para tomar una decisión no son fáciles y de allí que quedan marcadas huellas para la eternidad al asumir un compromiso de semejante naturaleza que es el decidir, sin que sirva como excusa, pero la correcta opción es y será siempre la defensa de la vida. ¡No al aborto!

Hoy, la desnaturalización cultural del feminismo, las excusas que se valen de tener en cuenta como escudos humanos la incidencia de embarazos a menores de edad, no son valederas para argumentar y justificar teorías a favor del aborto y, por ende, sacrificar inocentes, indefensos seres humanos ya formados desde el momento mismo de la concepción a la manera del asesino infanticida Herodes que sentía que perdería poder. El embarazo en adolescentes menores tiene más componentes, no solo el acceso y abuso hacia las menores, sino que la raíz está en la falta de políticas estatales para prevenirlo y se basa en la educación, la prevención y luego, lo menos deseable que es la penalización extremadamente severa a los abusivos y la protección del proceso a la nueva vida por venir, no es fácil plantearlo ni tampoco son panaceas tale sugerencias ya que el mal es tan ágil para realizar sus acciones que es un mundo difícil de describir.

Es realmente sorprendente que sean las mismas mujeres las que defiendan con más vehemencia el aborto, argumentando que se trata “de su cuerpo” y que eso es un derecho humano, pero ¿y el derecho humano de la criatura en formación?, ¿acaso es un tumor o un animal lo que llevan dentro de sus entrañas? Son preguntas desafiantes, ya que los nonatos tienen personas que les defienden de los infanticidas que también inmolan a los inocentes de nuestros días, de parte de personas que creen radicalmente que “van a perder poder”, pero, poder ¿para qué?

“Decreto 144, Código Penal. Se penaliza en aborto intencional con 3 a 6 años de reclusión si existe consentimiento de la mujer, con 6 a 8 años de reclusión si quien provoca el aborto lo hace sin el consentimiento de la madre y sin emplear violencia, y con 8 a 10 años de reclusión si ésta se emplea”.

Ahí está la le y para que nadie alegue su desconocimiento. Debemos darnos cuenta que el aborto es un delito, un asesinato de lo más vil y cobarde. ¡Sí a la vida, no al aborto!

EditorialLos inocentes y el aborto

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