La conferencista, escritora y creadora de contenido Lisbeth F.G. se prepara para marcar un hito en el mundo de los certámenes de belleza al convertirse en la primera mujer cristiana en presentarse a Miss Universe Cuba, cuya gala se celebrará el próximo 2 de julio en la ciudad de Hialeah, Miami-Dade.
Con un enfoque claro y una convicción firme, Lisbeth ha iniciado un proceso integral de preparación que incluye clases de modelaje, proyección escénica, comunicación, oratoria, etiqueta y protocolo.
“Estoy muy emocionada por esta nueva oportunidad que me ofrece la vida y quiero centrarme y disfrutar el camino”, expresó.
Con una sólida formación académica, Lisbeth se certificó en Diseño de Interiores en la Universidad de Miami y cursó estudios de Teología en el Seminario Bautista de Nueva Orleans.
A lo largo de su trayectoria, ha liderado proyectos para reconocidas marcas como Christian Dior, Bottega Veneta, Disney, Starbucks, Mango, Neiman Marcus y Macy’s, entre otras.
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Una misión con propósito: fe y belleza sin prejuicios
Más allá del glamour de las pasarelas, Lisbeth busca convertir su participación en Miss Universe Cuba en una plataforma para representar a la comunidad cristiana global, integrada por más de dos mil millones de creyentes.
“Hasta hoy no se ha levantado una mujer que quiera ser la voz de toda esta comunidad ante esta plataforma universal. Mi meta es ser la reina que rompió el prejuicio de que la religión y la belleza no van de la mano”, afirmó.
Su mensaje gira en torno a la transformación personal y el crecimiento espiritual a través del verdadero conocimiento de Dios.
Cree firmemente que la belleza física y la fe pueden coexistir de forma armónica. “Mi relación con Dios se ha salido del molde religioso y el papel que juega actualmente en mi vida es pleno, sano y trascendental”, señala.
Inspirar desde el alma
Lisbeth aspira a inspirar a mujeres y jóvenes a fortalecer su identidad espiritual sin renunciar a sus sueños personales o profesionales.
“Quiero representar ante el mundo no solo a mi país, sino a toda la comunidad de fe, y demostrar que una mujer cristiana puede ser voz, luz y ejemplo en cualquier escenario del mundo”, concluyó.
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