Redacción. La tiktoker peruana Lis Padilla, conocida por viralizar el famoso baile al ritmo de “Amores que matan, pum pum pum”, ha vuelto a captar la atención del público, esta vez por su impactante transformación física tras someterse a varias cirugías estéticas.
La influencer sorprendió a sus seguidores al reaparecer con una figura más estilizada, además de evidentes aumentos en los glúteos y el busto.
La reacción en redes sociales fue inmediata. Mientras algunos usuarios la halagaron por su nueva apariencia, otros expresaron decepción, alegando que Padilla “perdió su esencia” al unirse a la tendencia de las operaciones estéticas.
“Ya no es la misma, se veía más natural antes”, escribieron algunos seguidores. Sin embargo, la influencer se mostró firme y contenta con el resultado, y no dudó en compartir su experiencia.
“Me hice una lipo abdominoplastia”, confesó Lis en sus redes sociales, detallando el procedimiento al que se sometió. La polémica creció cuando se reveló que su hija también pasó por el quirófano.
A pesar de las críticas, Padilla defendió su decisión y la de su hija, afirmando que ambas se sienten seguras y felices con sus cuerpos.
Muchos usuarios especularon que las operaciones podrían haberse realizado mediante un canje con alguna clínica estética. No obstante, la influencer fue clara al respecto y aseguró que todo lo financió con su trabajo en redes.
Según reveló, gracias a su éxito como creadora de contenido ha logrado comprar una casa, realizar viajes y disfrutar de ciertos lujos personales.
Lis Padilla alcanzó la fama internacional en 2024 gracias a un video viral donde interpreta una versión bailable del tema “Son de amores”, originalmente lanzado por el dúo español Andy & Lucas en 2003.
La canción revivió gracias a una reversión de la artista Pabllo Vittar, que impulsó el popular challenge protagonizado por la peruana. Desde entonces, Padilla se ha mantenido activa en plataformas como TikTok y Facebook, con miles de seguidores atentos a cada paso.
A pesar de la controversia, Padilla agradeció públicamente al cirujano responsable de su transformación con el mensaje: “Me encanta mi cuerpecito caribeño, gracias por tu excelente trabajo”. Su historia ha reabierto el debate en redes sobre la influencia de los estándares de belleza y la presión estética en el mundo digital.