El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que puede arreglar la grave crisis de violencia que sufre Haití.
Pero, para ello, ha indicado que necesita una resolución de las autoridades locales y de la ONU. Además del pago de todos los gastos que incurra para la misión.
“Podemos arreglarlo. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y que estén cubiertos todos los gastos de la misión”, publicó Bukele en inglés en su cuenta de X.
El estallido de violencia que vive Haití desde la noche del jueves, mantiene en pánico a la población que intenta por todos los medios de huir del infierno.
La violencia escaló en medio de una jornada de protestas en la que miles exigieron la renuncia del primer ministro Ariel Henry, que permanece fuera del país.
Cooperación El Salvador-Haití
Bukele y sus funcionarios afirman que El Salvador se ha convertido en el país más seguro del Hemisferio Occidental gracias a la implementación de un régimen de excepción enfocado en la “guerra contra las pandillas”, que suspende derechos constitucionales y ha dejado más de 78,100 detenciones.
La política de seguridad de detenciones masivas ha sido criticada por organismos locales e internacionales de derechos humanos, que han recibido denuncias de atropellos. Entre detenciones arbitrarias, tortura y muertes en prisiones sin esclarecer.
Lo que Bukele deberá enfrentar en Haití
En caso de que todo lo solicitado por Bukele sea concedido, el mandatario salvadoreño tendrá que enfrentar a Jimmy Cherizier, apodado Barbecue, principal líder de la bandas criminales de Haití.
Barbecue pide la dimisión del primer ministro Ariel Henry, de lo contrario, advierte una guerra civil que llevará a un genocidio.
Aunque las condiciones puestas por Bukele son razonables e incluso necesarias. Requerirá de un consenso internacional que no se avizora que sea tan rápido como lo amerita la situación.
Lea También: ¿Qué está pasando en Haití? Pánico y estallido de violencia