Redacción. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este miércoles que realizaron una serie de ataques aéreos en territorio iraní, dirigidos a instalaciones militares vinculadas con el grupo libanés Hezbollah.
Según un comunicado divulgado por el diario Haaretz, uno de los principales objetivos fue un complejo cercano a Teherán, presuntamente implicado en la producción y traslado de misiles antitanque hacia aliados regionales de Irán.
El general de brigada Effie Defrin, portavoz de las FDI, detalló que la operación tenía como fin desmantelar parte de la infraestructura estratégica que Irán utiliza para suministrar armamento avanzado a Hezbollah.
Además del complejo logístico, se bombardearon instalaciones de manufactura de centrifugadoras y plantas dedicadas al desarrollo de misiles en las afueras de la capital iraní, todas catalogadas como parte crítica del programa militar iraní.
Según las declaraciones recogidas por Haaretz, las fuerzas aéreas israelíes continúan patrullando activamente zonas del oeste iraní donde se ubican centros de lanzamiento y almacenamiento de misiles.
“Nuestro mensaje es claro: si intentan restablecer sus capacidades, serán atacados”, advirtió el general Defrin.
Aunque Teherán no ha emitido una respuesta oficial, las autoridades israelíes insisten en que la amenaza iraní sigue latente, y alertan sobre el poderío militar que aún conserva el régimen persa.
Los ataques forman parte de una ofensiva más amplia para frenar la transferencia de tecnología militar a Hezbollah, cuya presencia armada en el sur del Líbano continúa en expansión.
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El incidente se suma a la creciente tensión entre Israel e Irán, elevando el riesgo de una escalada militar en Medio Oriente.
Analistas advierten que esta confrontación indirecta podría desbordarse en cualquier momento, alimentando un conflicto regional de mayores proporciones.