Nuestro personaje nació el 3 de julio de 1891 en Comayagüela, capital de Honduras, donde, al inicio de la década de 1950, fue un hombre de letras, historiador, bibliógrafo y periodista reconocido en todo el continente americano.
El talento de Rafael Heliodoro, manifiesto a temprana edad, no fue producto de generación espontánea: su bisabuelo materno, don Gabriel Reyes, era hermano del gran civilizador hondureño José Trinidad Reyes, fundador de la Universidad de Honduras en 1847, poeta y humanista cuya luz iluminó Honduras a mediados del siglo XIX. De la misma familia, también por vía femenina, doña Isidora Rosa fue madre de otro ilustre hondureño: Ramón Rosa. Así, es evidente que el talento y la inteligencia latente en la sangre de estos próceres confluyó en Rafael Heliodoro Valle.
Rafael Heliodoro Valle llegó a la República de México en 1907, país que se convirtió en su segunda patria donde vivió cerca de cincuenta años, estudió en la Escuela Normal de Tacuba becado por el Gobierno mexicano. Fue nombrado en 1922 jefe del Departamento de Bibliotecas y director de publicaciones del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía; mientras tanto estudia en la Universidad Nacional de México donde consigue los grados de maestro y doctor en Historia.
Entre otros cargos importantes que ostentó podemos mencionar: profesor de estado graduado en la Escuela Normal de Maestros de México, doctor en Ciencias Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), redactor del Diario Excélsior de México.
Entre sus obras escritas en México se cuentan las siguientes: La nueva poesía de América en1920, Ánfora sedienta en 1922, El convento de Tepotzotlán en 1924, San Bartolomé de las Casas, Publicación de la Embajada de Guatemala en México en 1926, El espejo historial en 1937, Bibliografía de Manuel Ignacio Altamirano en 1939, Bibliografía maya en 1940, Unísono amor en 1940, La cirugía mexicana del siglo XIX en 1942, Contigo en 1943, Itúrbide Varón de Dios en 1944, Oradores americanos, Secretaría de Educación Pública en 1946, Santiago en América, Tres pensadores de América en 1946, Cristóbal de Olid en 1948, Bibliografía Cervantina en la América española en 1950, México en el mundo de hoy en 1952, Exposición a la opinión pública de América. Talleres Gráficos de Excélsior en 1955, Historia de las ideas contemporáneas en Centroamérica. Fondo de Cultura Económica en 1960, La rosa intemporal en 1964, entre otras.
La Universidad Nacional Autónoma de México, honra la vida y labor del escritor hondureño en su web https://heliodorovalle.iib.unam.mx/ponencias/rafael_heliodoro_valle_estudio_biografico, expone las ponencias del ilustre hondureño entre las que se observan: Ponencias: A diez años del fondo Rafael Heliodoro Valle, Colección Rafael Heliodoro Valle, Dos contribuciones de Rafael Heliodoro Valle a la bibliografía mexicana, Presencia de Rafael Heliodoro Valle en la política de Honduras, Rafael Heliodoro Valle, dos espacios culturales: Al ateneo de Honduras y el Ateneo americano de Washington, Rafael Heliodoro Valle – Estudio biográfico Rafael Heliodoro Valle en el Periodismo, Rafael Heliodoro Valle en la creación literaria semblanza de una colección.
Incorporado al magisterio, Rafael Heliodoro Valle dictó cátedras auténticas por su transparencia, comprensión y amplio sentido humano de literatura, historia, gramática, Periodismo. La Escuela Nacional Preparatoria ya le tenía por los años veinte como uno de los maestros más destacados, y como un forjador de vocaciones, auténtico guía. El Colegio Militar, La Escuela Normal, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad, le contaron como parte de su personal docente.
Una de sus obras más valoradas en México fue el texto que conforma La cirugía mexicana del siglo XIX, publicada en 1942. La primera parte está integrada por una reseña amena, acerca del desarrollo de la ciencia quirúrgica en nuestra patria. La parte bibliográfica consta de 3,000 fichas, así como las biografías sumarias de cirujanos y las efemérides más notables del desarrollo de la cirugía mexicana a partir de 1520 y hasta 1936.
En nuestro país, una universidad privada de la ciudad de San Pedro Sula estableció la obligatoriedad de estudiar la Cátedra Rafael Heliodoro Valle, ésta se creó en noviembre de 2008, firmando el convenio que da vida a la misma, el señor Marco Antonio García Blanco, cónsul de México en San Pedro Sula y el honorable rector por ley de dicha universidad.
Además de hacer valer la vida y obra del destacado humanista e intelectual hondureño formado profesionalmente y radicado hasta su fallecimiento en México, donde generó una sólida trayectoria y amplio reconocimiento a nivel continental, la cátedra es una iniciativa conjunta de dicha universidad y el Consulado de México en San Pedro Sula, con el propósito de contar con un espacio privilegiado que permita un mejor conocimiento sobre diversos tópicos de nuestros países y, así, contribuir a una mayor comprensión que fortalezca los lazos de amistad y cooperación bilaterales.
El espacio o convenio le ha permitido a la comunidad universitaria y de San Pedro Sula, participar en conciertos, festivales, foros, ciclos de cine, conferencias de índole política, económica, social y cultural.
El cantautor Ricardo Arjona, musicalmente relata la vida de un personaje que cruza las fronteras para llegar a México tierra prometida de los artistas e intelectuales de América: “Mi madre me encomendó a la Virgen de Guadalupe, tomé mi guitarra, mis cosas y me fui rumbo al norte. Crucé la aduana de Guatemala con más miedo que ganas, entré recogiendo las musas que dejaron tiradas Chava Flores, José Alfredo y el mismo Agustín Lara. Y con los restos fui formando un “Quién Diría” y “Una Primera Vez”. Y estaba solo, con un “Jesús Verbo No Sustantivo” en la garganta. Estaba en México, sin un centavo me sentía un hombre de éxito. México, uoh, México, ouh- El destino me pintó el camino que me trajo hasta aquí”.
De nuestra Honduras han emigrado muchos intelectuales hacia al territorio azteca, y han abrazado esa patria como si fuese la suya, y, como la cantante nacida en Costa Rica y nacionalizada en México, Chavela Vargas, repiten la frase: “Los mexicanos nacemos donde nos da la gana”. ¡Salud al noble pueblo de México!
