MÉXICO. El hondureño Pedro Antonio Vargas Castillo, de 30 años de edad, que estaba condenado a 360 años de prisión, acabó con su vida.
Vargas Castillo, fue sentenciado por secuestro agravado, y se encontraba en el Centro Federal de Reinserción Social (Cereso) número 14, ubicado en la ciudad Gómez Palacio, del estado de Durango, en México.
Según datos preliminares que trascendieron en las últimas horas, el individuo se cortó las venas y luego se ahorcó en su celda.
La fatal decisión de Vargas Castillo lo convirtió en el suicida número 11 de septiembre y el 127 en lo que va del año en ese centro penal.
HECHOS
De acuerdo a medios locales en México, Castillo sufría depresión al pensar que jamás saldría de prisión con vida.
Poco después del mediodía del sábado, un elemento de seguridad que recorría su área a manera de vigilancia se asomó a la celda del hondureño y observó que estaba colgado con una sábana, además que sangraba de los brazos.
Rápidamente solicitó ayuda para abrir la celda y bajar el cuerpo para llevarlo de inmediato a la enfermería, pero, aunque trataron de reanimarlo, ya no contaba con signos vitales.
SIN INFORMACIÓN
Las autoridades no informaron si el cuerpo del reo será repatriado o lo dejarán en México.