Quimistán, Santa Bárbara. Los equipos con ayuda continúan trasladándose hasta donde pueden llegar para atender a las más de 15 mil familias que han sido afectadas por las recientes lluvias en el municipio de Quimistán, Santa Bárbara.
El alcalde municipal, Rubén Darío Pacheco, dijo a Diario EL PAÍS que han hecho estimaciones y necesitan cerca de 150 millones de lempiras para rehabilitar 378 kilómetros de carreteras de tierra, puentes y cajas puentes para que las comunidades puedan sacar la producción de cardamomo y café.
Y es que, a la necesidad de los pobladores de acceder a alimentos, luego de estar más de 10 días incomunicados, se suma la preocupación de los productores que pueden perder sus cosechas al no haber manera de trasladarlas.
“Estas comunidades necesitan que rehabilitemos la red de manera urgente, si no logramos sacar el café este año, las familias que dependen de este rubro tendrán que esperar un año más para volver a reactivar la economía de sus hogares y pagar las deudas que van contrayendo”, anotó.
El sábado, el alcalde con su equipo de trabajo visitó una zona cerca del Parque Nacional Cusuco, donde entregaron ayuda y además se reunió con productores de piña, algunos perdieron sus cultivos ya que los deslizamientos arrasaron con piñales completos, asimismo aprovecharon la oportunidad para solicitar apoyo para acceso a mercados con menos intermediarios, tema en el cual tiene una enorme labor la Unidad de Desarrollo Económico de la municipalidad con el Ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato.
Se han atendido 3 de 7 sectores
Según señaló el alcalde, han podido llegar a comunidades donde las personas no pueden salir en vehículos por el paso del río Cuyamel, que son todas las del lado norte y la única manera de pasar es en bestias o arriesgándose a cruzar el río, que aún está caudaloso.
En el caso de las comunidades del sur, son las menos afectadas y ya fueron atendidas. “Nuestro reto siguen siendo los lugares que llevan más días incomunicados, el viernes entregamos alimentos en algunos donde las pulperías está desabastecidas, llevamos apoyo por aire con las Fuerzas Armadas y accedimos a ciertas partes con vehículos del equipo de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT)”.
Añadió que, de las 54 comunidades afectadas, 16 estuvieron 10 días sin recibir ayuda y aun no se puede acceder en vehículo, otras, progresivamente se ha ido accediendo al bajar el caudal de los ríos, aunque en la montaña el sábado estaba lloviendo.
“Lo básico para estas personas es entregarles víveres, un trabajador del campo en promedio gana entre 150 y 200 lempiras al día y estar una semana sin trabajar complica más su situación, es por ello que tuvimos que priorizar en la entrega de ayuda, llegando como diera lugar a estas zonas, ahora esperamos un par de días de sol para que la maquinaria pueda subir y trabajar en las carreteras, ya tenemos ese apoyo del Gobierno con la SIT y el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS)”, apuntó.
Mientras tanto, la labor para trasladar ayuda continuó ayer y seguirá esta semana, además de los 24 vehículos incorporaron volquetas y se ha contado con el apoyo del Gobierno, empresa privada y de la población, pero el reto más grande es acercar los víveres a las comunidades, hasta el viernes atendieron a 515 familias y son cerca de 3 mil familias afectadas, es decir, más de 15 mil personas, al cierre del sábado alrededor de unas 1,200 familias recibieron ayuda y se seguirá entregando en orden de prioridad. El municipio está dividido en siete sectores y han logrado atender a tres.
Salud y educación
Por otra parte, las poblaciones con estos temporales quedan afectadas por consumir agua contaminada y allí entra la intervención de la Secretaría de Salud, y en la parte educativa, muchos centros colapsaron. Quimistán cuenta con 142 edificaciones escolares y 118 comunidades, la reconstrucción del municipio implica infraestructura, salud, educación y el sector productivo, lo cual se convierte en una tarea enorme, que se suma a la que ya tenían, pero que con apoyo del Gobierno esperan sacar adelante a su gente.
“No entendemos cómo este fenómeno se estacionó de una manera especial entre Omoa, Cortés, Quimistán y Azacualpa, Santa Bárbara, sabemos que el clima está cambiando y tenemos que sufrir las consecuencias de la degradación que hemos provocado y desafortunadamente ahora Quimistán es un municipio vulnerable, no solo por las inundaciones en la parte baja del valle, sino que en la montaña los suelos ya no resisten más agua”, reflexionó el edil.
También incluyó la deforestación, el avance de la agricultura durante años a zonas que no deben y ahora “nos está pasando factura, los ríos están azolvados y por eso fácilmente se desbordan, inundando comunidades o ‘desplayándose’”, concluyó.
Dato
Quimistán es el municipio más extenso del occidente, con 740 kilómetros cuadrados de territorio, y una tierra muy bondadosa para la producción.
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