Redacción. Un caso desgarrador de violencia doméstica ha estremecido a la comunidad de Centerville, Nueva York, luego de que Drew Garnier, de 33 años, fuera sentenciado a 30 años de prisión por el brutal asesinato de su esposa embarazada, Samantha Garnier, de 29 años, tras enterarse de que el bebé que esperaban no era un varón.
El hecho ocurrió en septiembre de 2024, en la residencia de la pareja, cuando Garnier —furioso por saber que su tercer hijo sería una niña— atacó salvajemente a Samantha, quien se encontraba en el quinto mes de gestación.
La agresión también dejó heridas graves a las dos hijas de la pareja, de 6 y 9 años, quienes milagrosamente sobrevivieron y hoy se recuperan del trauma bajo el cuidado de su abuelo materno.
Condena por homicidio y agresión
Durante el juicio, Drew Garnier se declaró culpable de homicidio en primer grado y agresión en primer grado.
Además de los 30 años de prisión, fue condenado a 15 años adicionales de libertad condicional y se le prohibió tener cualquier tipo de contacto con sus hijas hasta por lo menos el año 2056.
“Yo soy su padre ahora”
Uno de los momentos más conmovedores de la audiencia ocurrió cuando el padre de Samantha, con la voz quebrada, explicó la causa del crimen:
“Mi hija fue asesinada por no esperar un hijo varón. Yo soy su padre ahora. Yo las protegeré”.
El abuelo asumió la tutela legal de las menores, quienes han recibido apoyo psicológico y emocional tras sobrevivir a la tragedia que les arrebató a su madre.
Comunidad y redes se solidarizan
Samantha fue recordada como una mujer dulce, amorosa y entregada a sus hijas. Amigos, familiares y vecinos han lanzado una campaña de recaudación en línea para ayudar con la educación y bienestar de las niñas.
Lea también: Milagro Flores revela que padece una enfermedad incurable