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martes, mayo 6, 2025

Extraterrestres; piense diferente

Recientemente leí un artículo muy interesante de un científico y físico teórico (Brian Cox), analizando las razones por las cuales -hasta el momento- no se ha detectado o establecido contacto con civilizaciones extraterrestres y porqué, tampoco, hay evidencia de que existan.

Sostiene que es muy posible que su intelecto sea tan avanzado que, nosotros para ellos, sólo seamos algo así como un zoológico donde, de pasada, uno echa un vistazo al elefante, lanza una banana a un mono y sigue avanzando.

Es una buena teoría, una posibilidad. No obstante, me he permitido escribirle una carta (que creo jamás responderá) en la que le planteo otra posibilidad que también transmito a los lectores. Empecemos porque el cine, las novelas y hasta la ciencia en ciertos casos, nos han educado a nuestra forma de ser y existir.

¿Qué quiero decir con esto? Que los extraterrestres de ficción son muy parecidos a nosotros en todos los sentidos. Están compuestos por los elementos básicos: Oxígeno, hidrógeno y carbono, igual que nosotros.

También todos tienen ojos o algo que les permite ver cómo nosotros lo hacemos. Igualmente, la mayoría tiene brazos, piernas e, infaliblemente, simetría bilateral (iguales a ambos lados, vistos verticalmente).

Por lo tanto, los ponemos a viajar por el cosmos en máquinas que servirían para los humanos; cohetes que las impulsan, cámaras de hibernación y hasta ventanas como los automóviles y aviones.

La velocidad a la que “viajan” tiene el mismo límite que la nuestra; 340 mil kilómetros por segundo, o sea la velocidad de la luz. En conclusión, concebimos a los extraterrestres como nosotros mismos (con ojos muy grandes y, además, siempre desnudos, ¿por qué?).

Le propuse que considerara la posibilidad de salirse del esquema humanoide y que pensara o concibiera “otra clase” de vida o inteligencia, lejos de nuestra influencia.

Por ejemplo: ¿Puede una roca tener “su propia” clase de vida? No tiene que ser parecida a nosotros, sus pensamientos -si los tiene- definitivamente estarán bien lejos de los nuestros, así como su concepto de la vida y el tiempo; no los podemos entender ni ellos a nosotros. No es vida orgánica, nada que ver.

Sus componentes son: Hierro, calcio, sodio y potasio; los nuestros son carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, ninguna relación.

Aunque pueda sonar tonto o ingenuo, la verdad es que nadie puede estar seguro de lo contrario, no hay forma de saberlo.

Otra clase de “vida” puede ubicarse en la pura energía. ¿Qué hay dentro de un rayo de luz, en las llamas o en la fusión nuclear? Invité al Sr. Brian Cox a -como dice un poema- olvidar todo lo que sea humano. Los neutrinos son partículas fundamentales muy diminutas, sin carga eléctrica y con muy poca masa, por eso no interactúan mucho con la materia normal.

De hecho, cerca de 50 billones de neutrinos provenientes del sol pasan por nuestro cuerpo cada segundo, sin provocar ningún efecto.

Tendrán “alguna clase de vida” que jamás podremos entender, como ellos la nuestra, ya que pasan por nuestro cuerpo sin percatarse de lo que somos o dónde estamos.

Algo más para pensar: Los elementos más abundantes en el Cosmos son el hidrógeno y el helio.

Este último, que compone un 25 % de todo, en realidad no tiene una función básica específica, se puede decir que, aparte de inflar globos y permitir resonancias magnéticas, no tiene alguna utilidad real.

Entonces, ¿por qué hay tanto? ¿Habrá “seres o vida” que se nutran de helio? No creo que la naturaleza haya creado un elemento que no tenga una utilidad o una función en el Cosmos, ¿para qué lo haría? Desde luego que tiene que servir para algo, el punto es que no sabemos para qué.

Por ahí podría andar nuestra búsqueda de “otra vida o inteligencia en el Cosmos”; un sector totalmente diferente al concepto creado a nuestra propia imagen y semejanza o, en el extremo de los casos, por los elementos que nos forman.

La estrella más cercana a nuestro sol es Próxima Centauris, a cuatro años a la velocidad de la luz (340 mil kilómetros por segundo), para qué diablos iba a venir alguien desde tan largo (aburrido y costosísimo), no hay forma, así como nosotros difícilmente podremos algún día darnos una vuelta por ahí.

¿Podrán detectar los extraterrestres (bien diferentes o iguales a nosotros) que están siendo estudiados por medio de telescopios, radiotelescopios y otros aparatos? ¿Entonces, imagine que son totalmente diferentes, como he expuesto a lo largo de este libelo, cómo diablos nos van a detectar?.

No pueden vernos, imaginarnos o entendernos, igual que nosotros a ellos. Por eso mi recomendación a Brian Cox con todo respeto: Piense diferente.

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