Arnaldo Urbina Soto, exalcalde de Yoro, fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2023 y se espera que sea sentenciado el 13 de septiembre de 2024.
El hondureño comparecerá ante la jueza Denise L. Cote, a quien envió una carta en la que pedía clemencia, perdón y expresaba remordimiento por las acciones que lo habían llevado a prisión.
Urbina, acusado por la Fiscalía Federal para el Distrito Sur de Nueva York de conspiración para traficar cocaína a Estados Unidos y delitos relacionados con armas, dijo que ya no participará en este tipo de actividad criminal.
Según la Agencia Antidrogas (DEA), Urbina Soto transportó varios cargamentos de droga junto al expresidente Juan Orlando Hernández, quien cumple una condena de 45 años de prisión por tráfico de drogas.
En su carta escrita a mano, Urbina se presenta como un hombre renovado, comprometido a vivir de acuerdo con los principios que ahora rigen su vida.
A continuación la carta de Urbina Soto
“Yo, Arnaldo Urbina Soto, casado con Jonnely Salgado Umanzor y padre de cuatro hijos, con todo el debido y acostumbrado respeto, me atrevo a dirigirme a usted a través de esta carta.
El próximo 13 de septiembre de 2024, recibiré mi sentencia en el tribunal que usted dignamente preside.
El 16 de mayo de 2024, me declaré culpable del delito cometido hace más de diez años, un acto del que me arrepiento profundamente.
Le aseguro que nunca volveré a cometer un delito semejante en mi vida. Este error ha causado una separación prolongada de mi esposa y mis hijos, y desde el 27 de julio de 2014, he estado en prisión.
Provengo de una familia funcional, pero en 1992, cuando tenía solo 12 años, perdí a mi padre en un ataque armado mientras regresábamos a casa.
Fuimos emboscados por hombres armados con rifles AK-47. Mi padre resultó mortalmente herido y falleció horas después en un hospital.
Yo también fui herido, pero no de gravedad, y durante más de 30 minutos estuvimos solos hasta que alguien vino a socorrernos. Viví con el temor de que los atacantes regresaran para acabar con nosotros.
Cuatro años después, en 1996, cuando tenía 15 años, nuevamente fui víctima de un ataque armado, esta vez acompañando a mi madre.
Un grupo de hombres armados disparó más de 200 proyectiles, hiriendo gravemente a mi madre, quien logró sobrevivir tras varios días de recuperación. Yo, nuevamente, solo sufrí heridas superficiales.
Comencé mis estudios primarios en 1986 y los finalicé en 1992. Continué con mi educación secundaria entre 1993 y 1998, especializándome en informática.
En 1999, ingresé a la universidad, donde me gradué en 2004 con un título en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Ejercí mi profesión hasta 2008, cuando perdí a mi madre debido a un cáncer con metástasis, una pérdida devastadora que me motivó a entrar en la política, siguiendo el deseo que ella expresó en su lecho de muerte.
En noviembre de 2009, fui electo alcalde del municipio de Yoro, un cargo que asumí el 25 de enero de 2010. Durante mi mandato, trabajé en una región productora de café, maíz, frijol y ganadería.
En 2013, fui reelecto para un segundo periodo, pero a los seis meses, el 27 de julio de 2014, mi residencia la allanaron las autoridades, y fui arrestado. Desde entonces, he estado en prisión”, señala en la carta.
“Durante mi detención en varias cárceles de Honduras, enfrenté condiciones de hacinamiento, insalubridad y gran inseguridad, especialmente durante la pandemia de Covid-19.
Contraje el virus y estuve grave en mi celda durante más de 10 días, con una atención médica limitada. Sin embargo, fue en prisión donde encontré a Dios, aceptándolo en mi vida en 2017. Desde entonces, he estudiado la Biblia, asistido a la iglesia y participado activamente en grupos cristianos.
El haber aceptado a Dios ha transformado mi vida de manera significativa. Ahora comprendo el camino de la verdad y me esfuerzo por hacer el bien, alejándome de cualquier acto delictivo. Estoy decidido a enseñar a mis hijos a conocer a Dios y a vivir de acuerdo con sus principios”, continúa la misiva.
Solicita clemencia
“Aunque estoy físicamente ausente, mi esposa Jonnely educa a nuestros hijos y mantiene nuestro hogar.
Reconozco mi responsabilidad en los errores que cometí y le pido perdón, su Señoría, por el crimen que me trajo a esta situación. Me siento profundamente arrepentido y le ruego que tenga misericordia.
Desde mi extradición a Nueva York el 31 de enero de 2023, trabajo para reintegrarme en la sociedad. He estudiado inglés y trabajo en la cocina del Metropolitan Detention Center (MDC) en Brooklyn desde enero de 2024, lo que me ayuda a adquirir nuevas habilidades.
Hoy, nuevamente, pido perdón por mis errores, consciente del daño que causé en Yoro y en los Estados Unidos.
Estoy decidido a no volver a cometer jamás un crimen de tal magnitud que me llevaría a perder mi libertad y a estar lejos de mi esposa y mis hijos. Atentamente, Arnaldo Urbina Soto, exalcalde de Yoro”, finaliza la carta.
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