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viernes, marzo 29, 2024

Estilo parental

En 1968, la psicóloga clínica Diana Baumrind clasificó estilos educativos parentales en autoritarios, democráticos y permisivos, desde ese tiempo el concepto de estilo parental ha sido ampliamente manejado por psicólogos y educadores.

Explicamos dichos estilos:

Autoritario: es cuando como padres hacemos uso de una gran exigencia con baja capacidad de respuesta a nuestros hijos. Tenemos un comportamiento rígido, duro y exigente. Y puede que lleguemos a ser padres abusivos. Las características en nuestros hijos pueden ser las siguientes:

• Niños y niñas con autoestima baja.

• Dificultad para controlar sus impulsos y esperar su turno.

• Puede que desarrollen una conducta agresiva y vengativa ante los demás.

Permisivo: este estilo de crianza se caracteriza cuando tenemos una baja exigencia y una alta capacidad de respuesta. Nos volvemos muy atentos a las demandas o peticiones de nuestros hijos y muy rara vez determinamos reglas consistentes. El “niño mimado” a menudo tiene padres con un estilo permisivo. Las características en nuestros hijos pueden ser las siguientes:

• Pueden ser niños exigentes, demandantes e irrespetuosos.

• No tienen control sobre su propia conducta, suelen ser impulsivos.

• Consideran que pueden mandar en su entorno.

• Se muestran egoístas, muy concentrados en sus necesidades, egocéntricos.

• No aceptan turnos, no respetan disciplina.

Estilo negligente o indiferente: es cuando nosotros como padres, madres o tutores, no estamos involucrados en la educación del menor, le damos completa libertad para que desde temprana edad tome sus propias decisiones. No mostramos afecto ni autoridad, estamos simplemente aislados. Las características en nuestros hijos pueden ser las siguientes:

• A la mayoría no le va bien en la escuela.

• Desarrollan una baja autoestima y autocontrol.

• Pueden desarrollar algún trastorno psicológico.

• Tienen más probabilidad de caer en alcoholismo, delincuencia o drogadicción.

• En otro sentido puede que lleguen a tener un alto grado de sumisión ante el control externo.

• Baja autoestima y sienten que no merecen la atención y el cariño de los demás.

Democrático (Ideal): es cuando como padres tenemos o demostramos una gran exigencia pero también una gran capacidad de respuesta. En este sentido es cuando tenemos un comportamiento firme pero no rígido, cuando estamos dispuesto o abiertos a hacer una excepción cuando la situación lo amerite. El padre democrático responde a las necesidades de sus hijos, pero no es totalmente indulgente, ni altamente complaciente. Las características en nuestros hijos pueden ser las siguientes:

• Reflejan buena conducta, autoestima sana.

• Confían en sus capacidades y reconocen sus debilidades.

• Son persistentes en las tareas o retos que se les presentan.

• Son interactivos y hábiles en las relaciones entre iguales, independientes y afectivos.

Es importante resaltar que cada uno de nosotros parece tener una forma y una predisposición para poder ejercer de padre o madre, siguiendo los modelos o patrones que seguramente hemos vivido durante nuestra infancia y/o adolescencia, pero en caso de que nuestra experiencia no haya sido favorable, recordemos que:

“LA PATERNIDAD SE TRATA DE GUIAR A LA PRÓXIMA GENERACIÓN Y PERDONAR A LA ÚLTIMA.”  Peter Krause

Irazema Ramos
Sicóloga

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