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Honduras
viernes, abril 26, 2024

El señor Fut

¡Sí ombe, imagínese!, nos tocó volver a perder, nos tocó volver solo tocar el campo. Nambe, ¡si solo fue alegría de papo! La verdad no entiendo, fíjese, cómo es que un montón de atletas, que se gasta millones en ellos, les dan de comer los tres toques y de lo mejor, no crea que chímbaros y arroz, no mi hermano, solo comen pistudo, con alguien que les hace la comida y se las prepara con lo mejor y más balanceado, con un montón de médicos que los evalúan, pesan, vitaminan y los mantiene pulidos, pues. Los concentran en hoteles de lujo, no crea que en la cuartería que dormimos, nambe, en los dichosos hoteles de cinco estrellas, ¡así como el país, pue!

No digamos los que los entrenan, se supone que, con lo mejor de lo mejor, les pagamos usted y yo, porque de allí sale el pisto, creo, no tres pesitos, si no que una chorrera de pisto y en dolores, para que los tengan como atletas de alto rendimiento. Nambe, compa, si lo tienen todo ¡y aún paran las patas en otros lados! Se les da vida de reyes, solo en eso pasan, chuteando pelotas, que todo tiene su complicación y no debe de ser fácil es cierto, pero para eso se meten a eso,  que nos den noventa minutos de alegría, que se nos olvide por un ratito que no tenemos pisto, trabajo, seguridad, salud y educación, que se nos olvide en el hoyo que nos tienen los que mandan, los que se supone trabajan para y por nosotros allá en la capital, pero como que solo les importa su codicia ¡y lo tan obesa que esté su cuenta de banco!

Pasamos aquí la vida, entre miedos, extorsiones, incautaciones y balazos y solo queremos que podamos gritar a toda alma, como gritando al mundo, con el corazón preñado de orgullo que somos de Honduras, carajo, el mejor país que se le ocurrió a Dios al meter gol. Por eso los tenemos allí, para que nos den la felicidad que tanto anhelamos, para que le abramos la puerta al orgullo que nos revienta, por ser azul, blanco y estrellas, por ser justo de aquí, como cuando le abre la puerta uno al chucho de la casa, que sale despavorido a la calle, brincando de emoción, pero no, fíjese…

Ni eso tenemos, ni eso nos dan, les damos el mejor bocado, les pagamos la mejor tajada, los tratamos como dioses, si solo falta que los andemos a tuto, para que no se cansen, pero está de más ¿vaa?

Tal vez usted me diga, que no solo de Fut vive el hombre, que es el opio del pueblo y que con eso nos dan milonga, para tapar lo sucio, la vergüenza en que nos tienen, que hay más deportes y que no sea balín ¿vaa? ¿Sabe, compa? Tiene toda la razón, en eso y más, pero qué le cuento, aquí pasamos echando penca todo el día, para ajustar tal vez medio pollo, porque pisto no se conoce, si le da gripe o covid, a puros tés amargos los pasamos, porque para azúcar no se ajusta y salud pública, mejor me quedo en la casa gracias…

¿Leer de dónde? Si con lo que cuesta un libro mejor ajusta la doña una quincena, sí lo sabré yo que casi vendo un riñón libreado para ajustar los útiles con que va a estudiar el güirro y la matrícula que a puras yemas ajustamos, que se supone, conste, no pagamos porque la educación es pública, dijo riendo sin felicidad.

¿Cómo quiere que el señor Fut no sea nuestro escape? ¿Que sea como el ratito que nos lleva al Paraíso? El ratito donde uno se junta con amigos y extraños, para socar cada minuto, ¡sentir que uno chutea la pelota pues! Sentir que es uno que corre en ese campo verde esperanza y clava el balón en la portería contraria, para sentir que la Bicolor y Honduras triunfaron. ¿Cómo cree usted compa que no lo vamos a vivir?, aquí ricos y míseros gritamos como hermanos gol, que gritamos, sentimos esas tres letras que nos salen del alma, por eso le digo que es el señor Fut, el que nos lleva a otra vida, a otra dimensión, ¡el que nos alegra el alma, pue!

Pero no se pudo ¿vaa? Ni un ratito pudimos, solo nos queda ver cómo se ríen de nosotros, cómo nos hacen memes y ver las cuentas, que si fulano pierde, que si zutano se lo llevan los ovnis, que sí, que no, tal vez tengamos una oportunidad, tal vez podamos remontar, porque los muchachos no dieron el ancho, aunque vivan mejor que la mayoría de nosotros, tal vez el profesor lo logre, aunque tengamos que pagarle más,  eso es lo único que nos queda, la esperanza de triunfar en el futuro, tal vez podamos gritar algún día, ¡gol de la H!, aunque ahorita no se pueda.

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