20.3 C
Honduras
lunes, mayo 20, 2024

El río del olvido

Aparentemente, la mayoría de las personas está de acuerdo con aquello de que, para ser feliz, hay que tener mala memoria. Luego hay un grupito bien identificado a estas alturas, de gente que busca incesantemente ese “no recordar”, tratando de evadir una realidad que no les agrada y lo hacen a través de diversas maneras; perdiéndose en el agujero negro de las redes sociales (la Universidad de Duzce encontró una conexión entre el tiempo que pasamos en las redes sociales e internet en general, y la tendencia al escapismo). Luego, tenemos los videojuegos, donde se puede pasar interminables horas tratando de desbloquear los siguientes niveles, las inagotables series (varios estudios en diversas universidades alemanas han encontrado que la cantidad de horas que los adultos dedican a ver televisión es un indicador de su nivel de escapismo), también los hay quienes buscan hacer todas las horas extras y dobles turnos habidos y por haber en el trabajo, para no estar mucho tiempo en casa, ya sea porque se trata de una lugar caótico o porque se sienten muy solos ahí. Y pues la vía de fuga por excelencia (y muy desafortunadamente) para una gran mayoría, es el alcohol y demás sustancias nocivas tanto para el cuerpo como para la mente.

La verdad es que todos llevamos un escapista dentro y todos en algún momento hemos buscado (ya sea de manera consciente o no) huir de una situación o de una verdad. Según investigadores de la Universidad de Surrey en Inglaterra, por ejemplo, muchas veces las personas hacen viajes, ya sean largos o cortos, únicamente para salir del lugar donde se encuentran ya que éste les resulta insoportable. Todos usamos mecanismos de defensa buscando evitar eso que nos duele.

Particularmente creo que hay cosas que es importante recordar, tal vez no traerlas a la mente a cada rato, pero sí llevarlas ahí, con nosotros. Nuestros errores, por ejemplo, y desechar esos recuerdos solamente cuando ya los hayamos enmendado de alguna manera. Creo que es importante recordar todas esas veces cuando nos hemos equivocado de camino, cuando no nos hemos tomado las cosas con calma, cuando hemos dejado ir esa oportunidad que ya no volvió, cuando hemos confiado en quien no debíamos. Importante es no olvidar aquella etapa en la que nos rehusábamos a madurar, a ser mejores.
Pero también creo en dejar ir lo que ya no tiene remedio ni razón de ser. Y es aquí donde entra la sabiduría, la que nos ayudará a discernir cuáles son las cosas importantes de recordar y las que ya no lo son. Esto puede hacer una gran diferencia en la calidad de nuestra existencia.

Ayer terminé de escuchar uno de mis audiolibros, en el final, Sócrates contaba una fábula referida por alguien regresado de la muerte que hablaba sobre un río del olvido por donde debían pasar todas las personas antes de regresar a sus nuevas vidas… olvidar era necesario para volver a comenzar.

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
- Publicidad -spot_img

Más en Opinión: