El déficit comercial en Honduras, que ha subido en los últimos meses en casi 8 puntos, es una situación en la cual el valor de las importaciones supera al de las exportaciones. Esto significa que el país está gastando más dinero en productos extranjeros de lo que está recibiendo por la venta de sus propios productos en el mercado internacional. El déficit comercial puede ser perjudicial para la economía si se mantiene durante períodos prolongados de tiempo.
El Gobierno tiene un papel importante en la gestión de la economía a través de políticas fiscales y monetarias, el gobierno puede influir para equilibrar la balanza comercial. Sin embargo, si el gobierno descuida este asunto, como en realidad está ocurriendo y encima de ello con la burla hacia pobladores humildes, que jamás olvidarán la frase “¿No entendés que no hay dinero?” (emitida por el señor Manuel Zelaya) lanzada como dardo al corazón de personas que solo les queda, precisamente, humillarse ante semejante tropelía.
Una de las consecuencias más evidentes de un déficit comercial prolongado es la acumulación de deuda externa. Si se está importando más de lo que se está exportando, entonces está gastando más dinero en el exterior de lo que está ganando. Para financiar este gasto, se debe tomar préstamos de otros países o de organismos financieros internacionales. Esto aumenta la deuda externa del y puede llevar a problemas de solvencia en el futuro y no puede pagarse.
Otra consecuencia negativa es la pérdida de empleos en la industria nacional. Si los consumidores están comprando más productos importados, entonces las empresas nacionales pueden perder ingresos y verse obligadas a cerrar o reducir su producción. Esto puede llevar a una disminución del empleo. Además, si no se puede exportar productos al extranjero, también se pierden oportunidades de empleo en el sector exportador.
El descuido del gobierno en relación al déficit comercial también puede tener un impacto negativo en la tasa de cambio. La demanda de moneda extranjera aumenta. Esto puede llevar a una depreciación de la moneda nacional en comparación con las monedas extranjeras. Una moneda débil tendrá un impacto negativo en la economía ya que puede llevar a un aumento en los precios de los productos importados y una disminución en el poder adquisitivo de los consumidores.
Otra consecuencia es la dependencia de los productos importados. S no se está produciendo suficientes productos para satisfacer la demanda nacional, entonces se depende de los productos importados. Si los precios de estos productos aumentan en el extranjero, entonces el país puede verse obligado a pagar más para satisfacer la demanda nacional. Esto puede llevar a una disminución en el nivel de vida de los ciudadanos y a una disminución en la competitividad de la economía nacional.