Por OLOPEZ
Estaba esperando un café en el lobby de una cafetería en San Pedro Sula, y vi pasar a una señora de baja estatura, con su cabello cubierto de canas, con la mirada vívida y dispuesta a pedir a pie un aromático desde la ventana del autoservicio.
Me dio curiosidad y la llamé, le invité al café y le consulté algunas cosas, ella con tremenda lucidez, me respondía, vaya, pareciera que su mente tenía unos 50 años menos de los 91 que dice tener.
Al principio, solo me comentaba algunos consejos de vida, y me dije: ¿Por qué no compartir estas experiencias para que los demás puedan leerla?…
Y fue entonces cuando decidí hacer este artículo.
Ella es María Alejandra Portillo, una alegre lenca de 91 años de edad que toma un bus a las 5 de la mañana desde el occidente del país, todos los días hacia San Pedro Sula, el pretexto de ella, pedir para sostenerse.
“Tuve seis hijos, dos guatos y otros partos únicos, vivo con una hija, pero me gusta tener mi dinero y no pedirle a ella”, comenzó diciendo doña María en una plática amena de un miércoles por la tarde, calurosa, por cierto.
La bella anciana relataba de la forma más natural que ella, desde pequeña, fue instruida a trabajar, en su natal, Guarita, Lempira.
“Mis padres me enseñaron a trabajar, siempre, antes no había carros, ni televisor, ni esas cosas que usted tiene en la mano – se refería a mi celular –», expresó doña María.
Doña María aseguró en su perfecta locución que ella ha vivido 91 años porque la televisión y los celulares hacen que pierdan más rápido la vista, además que, se aprovecha más el tiempo sin distracciones.
Entre risas, doña María confesó que se venía de Copán, aunque una hija le ayuda, ella desea ganar dinero en San Pedro Sula para comprar oxigenadores para el cerebro, una sorpresa escuchar que compra con lo que recauda en sus visitas a la ciudad industrial.
“Yo siempre me voy a inyectar una vez al mes, una neurobión, eso me mantiene despierta y de buen ánimo”, dijo doña María.
Doña María indicó que le teme a la muerte, por eso siempre todos los días ora para estar viva y disfrutar en este mundo, asegura ella, le quedan muchos años por vivir.
Además, aunque tiene 91 años de vida, asegura que no le pesa su vida, “He vivido bastante, he pasado por años feos, años bonitos, pero me alegra vivir”, puntualizó Doña María.
Asegura doña María, que ella solo fue mujer de un solo hombre, su esposo, que aún vive y comparten su vejez, hijos y recuerdos.
Consejos de doña María
- Siempre saluda a los demás
- Sé feliz, con poco o con mucho
- Ora por las madrugadas
- Respeta a tus padres
- Trabaja siempre, y madrugas, mejor
- No abusen de los celulares
- Ser apartado y no meterse en lo que no le llaman
- Si saber vivir, van a llegar a tener
- El que agarra consejo llega a viejo