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lunes, mayo 20, 2024

Cómo abrazar a las personas cactus

Todos quisiéramos tener habilidades sociales. Pero hay demasiadas variables para ser el alma de la fiesta, o lo que comúnmente decimos “el alcalde del pueblo”. Déjeme contarle que uno de mis hermanos es así. Es genético el asunto, se detiene a platicar por donde pasamos, y tiene francas conversaciones, cortas, pero que siempre lo ponen al día o queda en algo.

Algunos otros somos más “huraños”. Otros con poca batería social. Y otros con cero tolerancia a las personas. No pienso entrar en términos psicológicos que definan a cada uno de ellos, pero sí les puedo asegurar que todos los seres humanos queremos ser parte de algo y ser muy queridos.

¿Cómo hacer entonces? Cuando reconocemos que no todos tenemos las mismas habilidades sociales, varias cosas que me han sido útiles. Lo primero es entender que no todos somos iguales. Y que probablemente, mucho de nuestra personalidad viene aprendida de casa. De las circunstancias que nos toca vivir.

Lo otro tiene que ver con el temperamento de cada quien. O su personalidad. Es decir, es algo natural en ellos, por más que forcemos no podemos lograr cambiarlos a menos que ellos así lo deseen. En lo personal me considero introvertido con habilidades sociales. Introvertido porque recargo hacia adentro. Viéndome a mí mismo, en esos momentos a solas con Dios. Con mis pensamientos. Con mi ser interior. ¡Pero no vivo en una isla!

Por lo cual toca desarrollar habilidades sociales que son muy enseñables, y es un arte una vez que aprende a manejarlo. Cosas como saber romper el hielo. Iniciar una conversación. Calmar pensamientos en lugares donde uno no conoce a nadie. Saber que el celular es una excusa en lugares sociables para no tener que hablar con nadie. Todo es proponérselo.

Pero he conocido gente que considero con como un cactus. ¡Qué difícil es darles cariño! Pues, no les agrada recibirlo, no se puede tener contacto físico, o son sumamente tímidos como para ser recíprocos en el afecto.

Deles mucho espacio. Y ellos mismos le van a trazar el camino para llegar a ellos. Sea muy paciente. Si el contacto físico no es lo de ellos, no debe forzarlos, pero sepa expresar algunas cosas como el “chócala” o “puñito”, créame que para ellos eso es valioso.

Lo otro, no los juzgue. Así como tampoco podemos condenar a aquellos tan sociables que necesitan estar en contacto con gente y hablar constantemente ¡Es su personalidad! Pero la mejor manera de hablar con las personas “ariscas”, como decían en antaño, es a través de los gestos y palabras. Eso es muy valioso para ellos también.

Vaya que es complicado las relaciones entre todos los seres humanos. ¿Pero ha visto qué lindos son los cactus? Hay personas que tiene colección de ellos y no necesita que sean como todas las plantas. Sabemos que son peculiares.

Los cactus en su hogar y oficina oxigenan el ambiente y lo mantienen húmedo. Reducen la cantidad de polvo y amortiguan mucho los niveles de contaminación, no requieren mucho cuidado y tienen formas muy curiosas.

Lo mismo creo de las personas cactus. Tiene muchas cosas especiales. La que más me agradan es que, si logra conectar con uno de ellos, son extremadamente leales y muy sinceros. Son personas que prefieren la calidad a la cantidad. Y jamás, pero jamás renuncian a lo que son.

El rendimiento de ellos en equipos de trabajo es tremendo. Pues son muy enfocados y orientados a resultados. Nunca serán el alma de la fiesta, claro, pero vaya que son sumamente inteligentes y saben resolver. ¡Descúbralos!

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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