Washington. El presidente de EEUU, Joe Biden, y Donald Trump inauguraron este miércoles una campaña electoral llena de ataques personales y que se prevé especialmente bronca.
Biden y Trump lograron este martes por la noche la mayoría de delegados necesarios para ganar las primarias a 239 días de la contienda electoral del 5 de noviembre.
Lo hicieron a la vez, después de imponerse en Georgia, Misisipi y el estado de Washington.
Será por lo tanto una de las campañas más largas de la historia moderna de Estados Unidos, comparable con las de los años 2000 y 2004.
Los dos candidatos tienen altos índices de rechazo y serán los votantes que tienen una visión negativa tanto de Biden como de Trump quienes acaben diciendo la contienda.
Biden tiene un rechazo del 58 %, mientras que el de Trump es del 57 %, según una encuesta de enero de la consultora Gallup.
Ante el panorama de una campaña larga, cruda y ajustada, Biden empezó el viernes pasado en Pensilvania una gira por varios de los estados clave que decidirán las elecciones de noviembre.
Este miércoles estará en Milwaukee para un mitin y para inaugurar el cuartel de su campaña en esa ciudad.
Mientras que mañana viajará a Míchigan, donde su importante comunidad árabe le dio la espalda en las primarias de finales de febrero como señal de protesta por su apoyo a Israel.
Estos tres estados le otorgaron la victoria a Trump en las elecciones de 2016 frente a Hillary Clinton.
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Sin embargo, Biden los recuperó para los demócratas en 2020 para hacerse con la Casa Blanca.
Los problemas legales de Trump serán otro elemento permanente de inestabilidad política en los próximos meses en Estados Unidos, en los que una decisión judicial puede llenar de incertidumbre el futuro del país. EFE