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domingo, julio 13, 2025

Arqueólogos descubren antiguo padrenuestro grabado en roca en bosque de Canadá

Redacción. Un sorprendente hallazgo arqueológico ha salido a la luz en los bosques remotos del municipio de Wawa, en la provincia de Ontario.

Un grupo de arqueólogos encontró una roca grabada con 255 símbolos antiguos y una imagen de un barco con 16 personas a bordo.

Al analizar los grabados, determinaron que se trataba nada menos que del padrenuestro escrito en sueco.

La piedra fue descubierta en 2018, pero fue recientemente cuando el investigador Ryan Primrose, del Centro de Educación Arqueológica de Ontario, decidió examinarla con mayor detalle. Las inscripciones llamaron la atención por su complejidad y similitud con runas antiguas.

Primrose identificó que los caracteres pertenecían al alfabeto Futhark, un sistema de escritura utilizado por pueblos escandinavos, como los vikingos.

Intrigado, contactó al profesor Henrik Williams, reconocido experto en runología de la Universidad de Uppsala en Suecia.

Williams analizó las inscripciones y concluyó que la oración tallada en la roca era una versión sueca del padrenuestro.

Según explicó, se trataba de una versión rúnica de 1611, que fue republicada en el siglo XIX. El descubrimiento sorprendió incluso a los expertos por su precisión lingüística y conservación.

Pero, ¿cómo llegó una oración cristiana escrita en runas suecas hasta un bosque canadiense?
Primrose rastreó posibles vínculos históricos y descubrió que la Compañía de la Bahía de Hudson, una importante empresa comercial del siglo XIX, contrató a trabajadores suecos para operar en zonas remotas de Canadá. Uno de esos puestos estaba en Michipicoten, cerca del lugar del hallazgo.

Se cree que el sitio donde fue hallada la roca pudo haber sido un lugar de culto o reflexión religiosa de esos trabajadores escandinavos.

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El hallazgo no solo revela un lazo cultural inesperado entre Canadá y Suecia, sino que también destaca la persistencia de la fe en tiempos de migración y comercio.

El descubrimiento ha generado gran interés entre arqueólogos, historiadores y creyentes, al unir en una sola piedra elementos religiosos, migratorios y culturales de hace más de dos siglos.

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