Por Alberto García Marrder, periodista hondureño.
Para “EL PAÍS” en San Pedro Sula (Honduras).
Ser periodista es muy difícil ahora, especialmente en Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde no existe la prensa libre.
Y en los países avanzados e industrializados, la alta tecnología, como la Inteligencia Artificial”, amenaza con sustituirnos, y lo hace ya en ciertas facetas.
Pues bien, me pueden llamar de la “vieja guardia”, pero he dedicado casi 50 años al puro periodismo y al más difícil de todos: una agencia de noticias. La EFE de España, por todo el mundo y en la americana UPI un año en Nueva York. Lo considero como un privilegio y honor por haber sido testigo de la historia para interpretarla, aunque de forma anónima.
MIS RECUERDOS POSITIVOS:
– Antes de terminar en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, yo ya estaba publicando: una entrevista con Mario Vargas Llosa en la revista literaria española “Indicé” y en el diario “Pueblo” de Madrid, una serie de cinco reportajes, en primera, con el prestigioso periodista español Felipe Mellizo, sobre la creciente presencia rusa en el Mediterráneo, en los años sesenta.
– En el 1969, soy el primer periodista latinoamericano en entrar a Praga tras la invasión soviética de Checoslovaquia. Y aprendí a correr delante de los tanques soviéticos.
– Estando en la delegación de EFE en Londres, cada fin de semana y por dos años, los pasaba en Belfast cubriendo el conflicto cívico-religioso de Irlanda del Norte.
– En 1969, regreso a la ex Checoslovaquia, a Bratislava para descubrir un tráfico de armas entre Praga y San Salvador, poco después de la guerra de los “Ocho Días” entre Honduras y El Salvador. Mi reportaje en exclusiva para “La Prensa” de San Pedro Sula ocupa la portada entera. Y ese diario hondureño dobla su circulación ese día.
– EFE me traslada a Washington y empiezo a intuir los primeros indicios del escándalo del “Watergate”, que años después obligó a la renuncia de un presidente, Richard Nixon.
– El excelente periodista Zoilo Martínez de la Vega me reclama desde Panamá para ayudarle a montar la nueva agencia ACAN-EFE, para cubrir Centroamérica.
– Viajo con el líder panameño Omar Torrijos a Tegucigalpa para una reunión con el presidente hondureño Oswaldo López Arellano.
– Para cubrir el huracán “Fifí”, viajo a Choloma (Honduras) en 1974 para averiguar por qué esa población quedó totalmente soterrada de barro.
– Regreso a Madrid, como redactor-jefe de la sección de Internacional de EFE. Y me envían a México para cubrir como director de forma “muy clandestina” los Juegos Panamericanos” de 1975. Con la ayuda de dos excelentes periodistas, el colombiano Guillermo Tribín Piedrahita (QEPD) y el guatemalteco Alberto Flores. México, ese año, había roto relaciones con España por el último fusilamiento de la dictadura de Franco de cinco activistas (tres del FRAP y dos de ETA). Por eso, tuve que montar de forma secreta unos equipos de transmisión debajo del hueco de unas escaleras en la sala de prensa. Un periodista rival nos delata.
– Como redactor jefe del servicio de Internacional de EFE, turno de noche, transmito a América Latina la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975.
– Me trasladan Houston para crear la nueva agencia ACHA-EFE par los medios hispanos de Estados Unidos. Presencio desde la sede de la NASA los vuelos al espacio y doy a conocer a un nuevo cantante español que promete mucho y que me invita a sus conciertos en Las Vegas: Julio Iglesias.
– Cubro para EFE dos visitas del Papa Juan Pablo II a América Latina. En 1983, a Nicaragua (“la noche oscura”, que recordaría el prelado polaco por las interrupciones sandinistas en una misa). Y más pausada, una en 1998 a Santiago de Cuba.
– Regreso a Washington como subdelegado y, eventualmente, como delegado. Y tengo el honor de entrevistar al presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, acompañado por Anne Leroux, nuestra corresponsal entonces en la Casa Blanca, en 1989.
– Me traslada EFE a Londres como delegado para el Reino Unido e Irlanda. Entrevisto en el 10 de Downing Street a Margaret Thatcher, la primera ministra.
– En 1992, estuve presente, con un equipo de periodistas de EFE en la creación de la Unión Europea en Maastricht (Holanda).
– Tras siete años en Londres, regreso a Madrid como subdirector de Internacional. Cubro para EFE las Cumbres Iberoamericanas de Bariloche (Argentina) en 1995 y la Cumbre de Santiago de Chile-Viña del Mar en 1996, en Chile.
– Me envían a Miami para montar la “mesa latinoamericana” de EFE, para quitarle a EFE-Madrid esas funciones.
– Entro por tercera vez al “corredor de la muerte” en una prisión de alta seguridad en Florida, para entrevistar a tres españoles, condenados a muerte.
– Estando con uno de ellos (Pablo Ibar) escuchó funcionar la silla eléctrica. Muy tranquilo, él me dice que están haciendo una prueba “para esta noche”.
– En mi último día en EFE, por mi jubilación, me toca cerrar la oficina de Miami, con tristeza y nostalgia.
– Sigo escribiendo, desde hace ya unos 15 años y más de 500 reportajes y crónicas, en el digital “Proceso Digital” de Tegucigalpa (mi verdadera casa). Y desde unos seis meses hago un “Mano a Mano Periodístico” con el célebre periodista hondureño Jacobo Goldstein, que se publica (en un formato inaudito), también en este digital, además de los diarios “La Tribuna” y “EL PAÍS” de Honduras.
– Me encanta dar clase de Periodismo a las jóvenes promesas. Las últimas, en las universidades UNAM de México y la UNAH de Honduras, en Tegucigalpa.
– Y como una nueva faceta periodística, dicto crónicas radiales para la cadena HRN, la principal de Honduras y a su petición. Y por medio de su versión por internet, me escuchan por todo el mundo.
– No está mal para un joven periodista que, a los tres meses de ser contratado por un diario hondureño, fue despedido cuando comenzaba su carrera. Y que, tres meses después, era contratado, en Londres, por la revista “The Economist” (en su versión en español), y en la noche por la Agencia española de noticias EFE.
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