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viernes, abril 26, 2024

Accidentes con un propósito

Entendiendo por accidente, un suceso imprevisto que altera la marcha normal de las cosas, reconocemos que todos hemos tenido alguna vez algún tipo de accidente en nuestra vida, accidente que ha alterado ese camino trazado en nuestra mente.

Pero ¿acaso hemos reconocido que muchas veces esa alteración en los planes ha llevado a algo bueno? En algunos casos, hasta mejor de lo que habíamos previsto. Y que, de no haber sucedido, ¿nos hubiéramos perdido de algo que al final resultó favorable?

Hay historias muy conocidas al respecto, historias que son por demás interesantes:
Roberto Battista Meneghini, se vio forzado a abandonar su vida de comodidades y lujos luego que perdiera todos sus bienes por causa de la guerra. Se mudó a un modesto apartamento que daba de frente con otro que servía de oficinas para la ópera en Verona y fue en esa situación que conoció a María Callas quien se convertiría, representada por él, en la más grande soprano de todos los tiempos, junto con quien duplicó su antigua fortuna y  quien sería el gran amor de su vida.

Luisa María Linares había planeado una tranquila y simple vida familiar con su esposo, un oficial de la marina y sus dos hijas. La prematura muerte de su cónyuge la obligó a mudarse de nuevo a casa de sus padres. Mientras estuvo sumida en la tristeza e incertidumbre del giro que tomaría su vida, se dedicó a escribir.  Escribía y escribía historias sobre fabulosos romances y aventuras. ¡Alguien le sugirió que publicara sus escritos, se lo pensó por un tiempo, pero al final hizo caso del consejo, lo hizo y rápidamente sus novelas fueron aceptadas por el público, luego aclamadas, y adaptadas al teatro y al cine en más de veinte ocasiones! Hizo una gran fortuna y tuvo una muy intensa y satisfactoria vida.

A finales de los años 20, los hermanos Dick y Mac tenían todos sus sueños, esfuerzos y dinero puestos en este proyecto; una sala cinematográfica en un punto estratégico de Hollywood, CA. Y aunque todo apuntaba a un rotundo éxito, no lo fue, y se vieron obligados a cambiar completamente de planes. Ya sin tanto capital, optaron por un modesto establecimiento de perritos calientes. Establecimiento que después de años de arduo trabajo y esfuerzo se convirtiera en esos famosos restaurantes de hamburguesas que hoy en día se cuentan por más de 30,000 en todo el planeta.

Probablemente Agatha Christie jamás escribiría Asesinato en el Expreso de Oriente (uno de sus títulos más exitosos) de no haber sido por el abandono de su esposo Archi. Cosa que le causó un grave trastorno emocional por lo cual decidió poner tierra de por medio y viajar.  Fue entonces, y en ese majestuoso tren que tuvo las ideas más fantásticas para su novela.

Tal vez si no se hubiera visto obligada a reposar por varios meses después de un terrible accidente de tránsito, Frida Kahlo no hubiese descubierto el talento que tenía para la pintura.
Una penosa enfermedad en su niñez obligó a Julio Cortázar a tomar cama por un periodo bastante largo de tiempo. El afamado autor contó en varias ocasiones cómo fue en ese lapso que aprendió a amar los libros y comenzó a escribir pequeños cuentos.

Isabel Allende seguramente nunca habría escrito La Casa de los Espíritus si no se hubiera visto exiliada en otro país y necesitara escribirle a su abuelo quien se había quedado en Chile, una carta de despedida (que terminó siendo ese magnífico libro).

Y así, todos nos hemos visto forzados alguna vez a cambiar la dirección en nuestros caminos.

Ojalá podamos ser lo suficientemente observadores y analíticos para darnos cuenta de las ventajas que esos cambios trajeron a nuestra vida y de paso, sepamos aprovecharlas y disfrutarlas.

Por Emy James, sicóloga.

 

Emy James
Emy James
Emy James, psicóloga y Máster en Educación, escritora a nivel profesional. Trabaja en teatro y radio y es también docente.
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