San Pedro Sula. En medio de la temporada de lluvias, el dengue resurge como una preocupación crítica en varias regiones tropicales y subtropicales del mundo.
Esta enfermedad viral, transmitida por mosquitos del género Aedes, presenta un desafío significativo para la salud pública debido a su rápida propagación y las graves consecuencias que puede acarrear.
Síntomas del Dengue
El dengue se manifiesta inicialmente con una serie de síntomas que pueden confundirse con otras enfermedades febriles comunes, lo que complica su diagnóstico precoz.
Los síntomas incluyen:
- Fiebre alta: Una fiebre repentina y elevada es uno de los primeros indicadores.
- Dolor de cabeza intenso: A menudo descrito como dolor retroocular, es decir, detrás de los ojos.
- Dolores articulares y musculares: Conocidos como «fiebre rompehuesos», debido a la intensidad del dolor.
- Náuseas y vómitos: Acompañados de pérdida de apetito.
- Erupción cutánea: Puede aparecer en el cuerpo después de varios días de fiebre.
- Fatiga y debilidad: Persistente incluso después de que la fiebre disminuye.
Estos síntomas suelen aparecer entre cuatro y diez días después de la picadura de un mosquito infectado.
De acuerdo a la OMS, e crucial que los pacientes busquen atención médica de inmediato si experimentan estos síntomas, ya que una intervención temprana puede mitigar la severidad de la enfermedad.
Consecuencias del Dengue
El dengue puede progresar hacia formas más graves, conocidas como dengue grave o dengue hemorrágico, que pueden tener consecuencias mortales.
Las complicaciones incluyen:
- Sangrado severo: Puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el tracto gastrointestinal y la piel.
- Fallo orgánico: Los órganos vitales como el hígado y el corazón pueden verse afectados.
- Choque por dengue: Una condición peligrosa donde se produce una caída repentina de la presión arterial, lo que puede llevar a la muerte si no se trata rápidamente.
Prevención y control: La clave para combatir el dengue
La prevención es la herramienta más eficaz contra el dengue. Las medidas incluyen:
- Control de mosquitos: Eliminación de criaderos de mosquitos mediante la gestión adecuada de aguas estancadas.
- Uso de repelentes: Aplicar repelentes de insectos y utilizar mosquiteros.
- Vacunación: En áreas endémicas, la vacunación puede ofrecer una capa adicional de protección.
La lucha contra el dengue requiere un esfuerzo concertado entre las autoridades de salud, las comunidades y los individuos.
La educación sobre los síntomas y las consecuencias del dengue es vital para garantizar que las personas busquen atención médica de manera oportuna y adopten medidas preventivas adecuadas.
Solo a través de una combinación de vigilancia, prevención y educación podremos reducir el impacto de esta enfermedad y proteger la salud pública.