Los taxis sin conductor están revolucionando el transporte en China, liderados principalmente por empresas como Baidu y AutoX.
Estos vehículos, conocidos como robotaxis, operan en varias ciudades, incluidas Beijing, Wuhan y Shenzhen, y utilizan tecnologías avanzadas como cámaras, radares y sistemas de inteligencia artificial para navegar de forma segura por el tráfico urbano.
Los pasajeros pueden solicitar un viaje a través de aplicaciones móviles, como Apollo Go de Baidu, que permite reservar un taxi, verificar la identidad del usuario y seguir las rutas designadas en áreas autorizadas.
Los robotaxis, en su mayoría, funcionan sin conductores humanos, aunque algunos modelos mantienen un asistente de seguridad a bordo para emergencias.
Los usuarios, una vez dentro, deben abrocharse los cinturones de seguridad para que el vehículo comience a moverse.
Las tarifas son accesibles y estos servicios están pensados no solo como un medio de transporte, sino también como una forma de recopilar datos para mejorar la tecnología de conducción autónoma.
En el futuro, se espera que esta flota crezca y que los taxis autónomos estén disponibles en muchas más ciudades de China.
¿Cómo funcionan?
El proceso para utilizar estos taxis sin conductor es sencillo:
- Solicitud del Taxi: Los usuarios solicitan el taxi a través de una aplicación móvil.
- Escaneo del Código QR: Al llegar el vehículo, los pasajeros escanean un código QR ubicado en la ventanilla trasera del taxi.
- Acceso y Seguridad: Una vez escaneado el código, se abre la puerta trasera. Los pasajeros ingresan al vehículo, se abrochan el cinturón de seguridad y pulsan el botón de inicio en una pantalla.
- Inicio del Viaje: En ese momento, el coche se pone en marcha, controlado por la Inteligencia Artificial. Una voz automatizada anuncia: «El piloto automático está activado, esperamos que tengas un buen viaje», se escucha en un video viralizado en redes sociales.