El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la firma de un decreto que ordena a los Departamentos de Defensa y Seguridad Interior habilitar 30,000 camas en la base naval de Guantánamo para la detención de inmigrantes indocumentados considerados «criminales».
Durante la ceremonia de promulgación de la Ley Laken Riley, que endurece las medidas contra migrantes acusados de delitos como robo y violencia, Trump afirmó: «Vamos a enviarlos a Guantánamo», en referencia a la prisión militar ubicada en la isla de Cuba.
«Tenemos 30,000 camas en Guantánamo para detener a los peores criminales extranjeros ilegales que amenazan al pueblo estadounidense», sostuvo el mandatario.
Asimismo, agregó que algunos de ellos son tan peligrosos que ni siquiera confía en sus países de origen para retenerlos.
Endurecimiento de la política migratoria
Desde el inicio de su segundo mandato, Trump ha intensificado su política contra la inmigración irregular, anunciando operativos de detención masiva, redadas y deportaciones en aviones militares.
Además, ha presionado a gobiernos extranjeros para aceptar la repatriación de migrantes, llegando incluso a amenazar a Colombia con sanciones comerciales por rechazar vuelos con deportados.
Guantánamo y su polémico historial
La base naval de Guantánamo, conocida mundialmente por su prisión militar establecida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, ha sido objeto de denuncias por presuntas violaciones a los derechos humanos, incluyendo torturas y detenciones sin juicio.
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En su punto más crítico, el centro de detención albergó a cerca de 800 prisioneros, muchos de ellos sin cargos formales.
A lo largo de los años, organizaciones de derechos humanos y expertos de la ONU han exigido su cierre, calificándolo como una violación a las garantías legales básicas.
Aunque los expresidentes Barack Obama y Joe Biden prometieron clausurar la prisión, ambos dejaron sus cargos sin lograr su desmantelamiento.
El uso de Guantánamo para la detención de inmigrantes no es completamente nuevo.
En 2023, documentos gubernamentales filtrados por el New York Times revelaron que EE.UU. ha utilizado la base por décadas para retener a migrantes interceptados en el mar, aunque en un área separada de la prisión destinada a acusados de terrorismo.