Las Islas Heard y McDonald, situadas en las remotas aguas del océano Antártico y pertenecientes a Australia, figuran en la reciente lista de países a los que el gobierno de Donald Trump impondrá nuevos aranceles comerciales del 10%.
Lo curioso de este anuncio es que dichas islas, completamente deshabitadas, no tienen población humana, solo colonias de focas y pingüinos.
Este grupo de islas volcánicas, cubiertas por glaciares y sin edificaciones, ha sido arrastrado por la guerra comercial en la que se encuentran inmersos Estados Unidos y otros países.
Aunque carecen de infraestructura habitacional, las Islas Heard y McDonald tienen una industria pesquera activa.
De acuerdo con el Banco Mundial, en 2022 Estados Unidos importó 1,4 millones de dólares en productos de estas islas, principalmente maquinaria y productos eléctricos.

Las importaciones desde este territorio australiano han fluctuado entre 15.000 y 325.000 dólares en los últimos cinco años.
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Además de estas islas, el gobierno de Trump también ha impuesto aranceles a otras islas del territorio australiano, como las Islas Cocos (Keeling), la Isla de Navidad y la Isla Norfolk, con tasas que llegan hasta el 29%.
Estas islas han mantenido una relación especial con el gobierno australiano, pero siguen siendo parte de sus territorios exteriores.
Este nuevo giro en la guerra comercial no solo afecta a países con economías consolidadas, sino que también ha alcanzado a territorios remotos como estos, sin una población residente que pueda verse directamente afectada por las medidas.
— The White House (@WhiteHouse) April 2, 2025