Redacción. La tormenta tropical Héctor, localizada a más de 1,730 kilómetros al suroeste de Baja California, continúa su desplazamiento hacia el oeste sobre el océano Pacífico, según el informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Héctor, que se formó el domingo, registra vientos máximos sostenidos de 85 km/h, con rachas superiores, y se desplaza a una velocidad de 17 km/h.
Debido a su trayectoria hacia el oeste, la tormenta se aleja gradualmente del continente americano.
Por el momento, el NHC no ha emitido alertas ni advertencias costeras. Además, el Servicio Meteorológico Nacional de México ha confirmado que, debido a su distancia y dirección, Héctor no representa una amenaza para el territorio mexicano.
Se prevé que la tormenta podría fortalecerse levemente el martes, aunque hasta ahora, ningún servicio meteorológico anticipa que alcance la categoría de huracán.
¿Cómo se forma un huracán?
Los huracanes, conocidos por su capacidad devastadora, son uno de los fenómenos naturales más poderosos que azotan nuestro planeta. Pero, ¿cómo se forma exactamente un huracán?
- Agua cálida: El proceso comienza cuando la superficie del océano alcanza temperaturas superiores a 26°C (79°F), proporcionando energía para el desarrollo del sistema.
- Evaporación y humedad: El agua cálida del océano se evapora, creando aire húmedo que se eleva y comienza a condensarse en las capas superiores de la atmósfera, liberando calor latente.
- Baja presión: A medida que el aire cálido y húmedo se eleva, se crea una zona de baja presión en la superficie del océano. Esto provoca que el aire circundante, de mayor presión, fluya hacia esa área, intensificando el sistema.
- Rotación: Debido al efecto Coriolis, el sistema comienza a girar. En el hemisferio norte, gira en sentido contrario a las agujas del reloj, y en el hemisferio sur, en sentido horario.
- Formación del ojo: A medida que el sistema se organiza, se forma un ojo en el centro, que es una zona de calma rodeada por una pared de tormentas intensas.
- Fortalecimiento: Si las condiciones son favorables (como agua cálida y poca cizalladura del viento), el huracán continúa ganando fuerza, alcanzando velocidades de viento de 119 km/h (74 mph) o más.
- Desplazamiento: El huracán se desplaza impulsado por los vientos en las capas superiores de la atmósfera, manteniendo su energía al seguir sobre aguas cálidas.
- Disipación: El huracán comienza a debilitarse cuando se mueve sobre aguas más frías, tierra firme o encuentra condiciones atmosféricas desfavorables, perdiendo su energía y eventualmente disipándose.